Venta de drogas, delincuencia y prostitución figuran como los principales males de la zona
Narcos golpean Quepos y Manuel Antonio
Pese a problemática, grupos de ayuda tratan de rescatar a indigentes y adictos locales Carlos LÁSCAREZ S.
clascarez@aldia.co.cr
Aguirre. - Aunque es una de las zonas de mayor belleza en el país, el distrito de Quepos, en Puntarenas, es golpeado a diario por el narcotráfico, que ha extendido sus tentáculos hasta playas y atractivos turísticos.
Basta con hacer un recorrido por los diferentes bares, playas o hasta esquinas del centro de Quepos y Manuel Antonio para descubrir que, con algunos dólares, turistas nacionales y extranjerostienen acceso libre a drogas, que en otro lugar del país serían muy difíciles de adquirir.
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delitos se registraron en Manuel Antonio y Quepos en el primer trimestredel 2007.
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Este fenómeno ha hecho que algunas personas que habitan en estas zonas encubran a los narcos locales, en especial cuando las autoridades efectuán operativos.
Sumado a la venta de drogas está el problema de los adictos e indigentes, quienes desfilan a cualquier hora del día con el fin de conseguir algún dinero para suplir sus vicios, sobre todo el consumo de crack.
Una fuente del OIJ de Quepos afirmó que en el sitio existen grandes distribuidores, quienes viajan hasta San José a comprardroga y luego regresan para venderla. Agregó que el principal problema que enfrentan es que existen muchas salidas y vías alternas, lo cual facilita el abastecimiento de drogas y hasta la fuga de los narcos. A ello, se suma el hecho de que una parte del pueblo se ha vuelto complaciente con los expendedores, quienes satisfacen sus demandas y peticiones.
Ulises Solano, jefe operacional de la Fuerza Pública de Quepos, explicó que en la zona es muy común el tráfico hormiga de crack y marihuana comprimida.
La policía reporta también muchos casos de violencia doméstica y de robos mediante el método de descuido en las principales paradas de buses.
“Una vida muy fácil”
El hecho de que el dinero circule en grandes cantidades en Quepos, ha provocado que algunos jóvenes decidan no estudiar y opten por conseguir plata mediante métodos fáciles, como la prostitución o la explotación sexual.
“El dólar nos ha traído la droga y la destrucción de algunas familias. Los valores se han perdido”, afirmó Francisco Mora, sacerdote de la localidad.
Esto es palpable al observar a jóvenes con ropa de marca, joyas y atuendos que dificilmente podrían adquirir, debido a que provienen de familias de muy escasos recursos económicos.
Han llegado de afuera
Otro aspecto que llama la atención a la Municipalidad local, el clero y algunos comerciantes, es que recientemente han llegado indigentes de lugares lejanos, como San José y Pérez Zeledón.
“Como si no tuviéramos suficientes problemas ahora de otras municipalidades nos vienen a dejar adictos de otras zonas”, dijo la vicealcaldesa del cantón de Aguirre, Ana Chavarría.
Debido a que no existe en Quepos un centro de atención para adictos, éstos se fueron a vivir al antiguo cementerio de la comunidad, en el centro de la ciudad.
Allí, en medio de un terreno quebrado y sin electricidad instalaron su propio búnker, bajo sus propias leyes y “modus vivendi”.
Las razones: viven sin el ojo discriminatorio de la sociedad y llevan ahí todo lo que logran robarle a turistas extranjeros.
Es común observar a personas muy jóvenes dormir y deambular en el sector de La Montañita, el muelle y el cementerio, luego de que lograron conseguir los ¢500 necesarios para una piedra, cuyo efecto les durará tan solo unos minutos.
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Tratan de dar un giro positivo
Francisco Mora, Sacerdote
El joven vive una irrealidad de su vida porque busca dinero fácil. En la iglesia nos han robado en varias ocasiones”.
Kim Stilwell, Líder de Esfuerzos Humanitarias
Tratamos a personas que sufren de diferentes adicciones como la droga o el alcoholismo. Se les da un buen apoyo a todos”.
Danilo Fonseca, Jefe Fuerza Pública de Quepos
Los problemas acá son la droga, la violencia doméstica y los robos que se dan en casas. Semana Santa estuvo tranquila”.
Ana Chavarría, Vecealcaldesa de Aguirre
El CNP donó un terreno, donde pondremos bibliotecas virtuales. En diciembre el IAFA nos donará equipo especial”.
Miguel Rojas, Pdte. Asociación Manuel Antonio
No contamos con centros de recreo o deportivas. Por eso, Quepos no produce atletas, nadadores o corredores de nivel”.
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Una pequeña muestra
El 19 de abril, a las 7: 40 p.m., un extranjero conversó con una trabajadora sexual.
Dos lanchas “Eduardoño” dejadas por narcos permanecen en la sede de guardacostas.
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Claves
Según datos de la oficina de planes y operaciones del OIJ, el robo, hurto y asaltos son los delitos que más se dan en Quepos. En Manuel Antonio , los hurtos.
La policía contabilizó, de enero a marzo de este año, 71 decomisos de psicotrópicos en Quepos y 27 robos en casas. En Manuel Antonio, hubo cinco causas por drogas.
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“Me han baleado dos veces y apuñalado ”
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Tenía una puñalada de 15 cms. en la espalda.
José RIVERA
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Aunque al notar la presencia de dos extraños que irrumpían su casa (el cementerio), se mostró agresivo y esquivo, Alexánder Castro, alias “Nápiro”, comentó que tiene 6 años de habitar allí. Con voz gruesa y con un dejo despreocupado, aseguró que llegó a Quepos proveniente de la Ciudadela 15 de setiembre, en San José.
“Acá nada más se fuma. Engaño a la gente para quitarle la plata. Desde Parrita llega la mejor droga”, afirmó.
Comentó que en el cementerio viven unas 35 personas, entre hombres y mujeres. Confesó que su experiencia más traumática fue estar preso por varios años en La Reforma, pues vio la muerte de cerca en muchas ocasiones.
“En San Isidro del General me balearon. Por defenderme después fui a parar a la cárcel donde me apuñalaron. Ahora con la cárcel no quiero nada”, afirmó.
Castro no tiene esposa ni hijos. Expresó, aunque de forma contradictoria, que sólo con Dios se puede salir adelante. De inmediato, y con seriedad, mostró un pequeño tubo de metal que esperaba poder “cargar” para la noche.
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“Se reparte entre todos la comida”
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Calderón (al fondo) es vista como una madre.
José RIVERA
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Lo que empezó como un paseo para distraerse, tras abandonar la prisión, se convirtió en costumbre para Ana Lorena Calderón, conocida como “La Gorda”. Ella está al tanto de todo lo que ocurre en el búnker El Tecal, Quepos.
Con 9 años de vivir en medio de un improvisado rancho, esta mujer de rasgos finos aseguró que todos los días luchan por conseguir algo de dinero para la fiesta.
“Acá es el único sitio en que todos somos iguales, hasta parejas se han formado”, afirmó a gritos mientras se bañaba en un improvisado sitio forrado de bolsas plásticas .
“Vea pasar por acá de noche le puede costar hasta mil (colones). Los turistas mandan a recuperar los documentos que otros se traen acá”, dijo.
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Extranjero da alimentos a indigentes
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Stilwell laboró como misionero en Indiana, Estados Unidos. Ahora ofrece ayuda espiritual a adictos en Quepos.
José RIVERA
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Quepos.- Con la convicción de que las personas pueden salir adelante siempre y cuando se les tienda una mano, el estadounidense Kim Stilwell junto a varias personas tocan diferentes puertas para ayudar a los más desposeídos y olvidados.
Como cabeza de la organización Esfuerzos Humanitarios, Stilwell, un misionero con casi cinco años de vivir en Quepos, reafirma todos los días su oficio como pastor de la iglesia evangélica Comunidad Cristiana de Horizonte.El pasado 19 de abril, a las 10: 30 a.m., un equipo de Al Día fue testigo de la forma en que poco a poco los adictos e indigentes abandonaron el cementerio que usan como guarida para ir por un plato de sopa, frijoles y un refresco.
Allí se les preguntó a varios hombres y mujeres cómo estaban. Luego, efectuaron una oración en español con la ayuda de un traductor y colaboradores y los beneficiados reafirmaron su voluntad de dejar las drogas. Descalzos, sin camisa y con cicatrices de heridas en sus cuerpos, agradecieron aquel plato de comida, para muchos el primero que probaban en varios días y noches.
En sus rostros, se reflejaba la alegría y regocijo, a pesar de que, según ellos, en muchos lugares se les ve con ojos de indiferencia y desconcierto.
Los primeros que terminaron de comer tomaron una bolsa plástica y la pasaron al grupo para que no quedara basura en el lote. Contrario a otros centros, el dirigido por el extranjero cree más en el trabajo de grupo y la terapia ocupacional como forma de salir adelante.
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El pasado 19 de abril, a las 4:10 p.m., un indigente ponía un plástico encima de lo que ahora es su casa, en una lápida del antiguo cementerio de Quepos.
José RIVERA
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En un pequeño lote del centro de Quepos, miembros del programa Foros Humanitarios dieron comida a indigentes.
José RIVERA
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