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Mamás de envidia Por: Allan Andino
María del Mar Ruiz
El pequeño Carlos Antonio nació un día de reyes –6 de enero–, y a su año y medio de edad puede rajar que su mamá es toda una reina, al ser la actual Señora de las Américas y del Caribe, corona que ganó en Ecuador en febrero pasado. Si hay algo que disfrutan juntos es practicar la natación. “Lo metí a nadar conmigo y con una instructora desde los cinco meses, ya es todo un pescadito”, bromeó Ruiz.
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Cinco bellezas nos cuentan cómo han ido aprendiendo la difícil tarea de ser madres primerizas
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Tanto le ha gustado su faceta de madre primeriza, que la administradora de empresas quiere encargarle a la cigüeña un compañero para su hijo.
“Estamos en el proceso de toma de decisión, me estoy preparando físicamente. Para este año quiero estar embarazada, me encantaría darle un hermanito”, dijo María del Mar.
Andrea Salas
Comunicarle el estado de embarazo a su mamá no fue tarea fácil para la ojiverde modelo Andrea Salas. Su tesoro más preciado, Danielita de 5 años, llegó cuando apenas tenía 18.
“Al principio jamás le iba a decir a mi mamá, me quería morir. Me había jalado ‘torta’ con el novio de cinco años que tenía, e incluso fue la mamá de él la que le dijo”, recordó.
Ahora que está más madurita, Salas valora cada segundo que comparte con su hija, la única persona que ha sido capaz de robarle el corazón.
“Lo que cuesta acostumbrarse es la responsabilidad. El ver a un hijo enfermo no se compara con nada, eso de salir a la clínica es algo desesperante, pero a pesar de todo, ser madre ha sido lo más hermoso”.
Maureen Cob
Periodista de profesión, modelo y empresaria debutante –abrirá un café en Santa Ana– describen a esta hermosa mujer de 31 años. Desde que tuvo a su retoño de año y cuatro meses, Priscilla, no se le escapó ningún detalle, ni siquiera el de contar con una niñera que a su vez, ojo, es enfermera, por aquello de las carreras al hospital.
“Es que soy una madre primeriza muy nerviosa”, acepta Maureen.
Un método al que no dudó en recurrir fue el de conservar las células madre del cordón umbilical, pues sirven para tratar enfermedades a futuro, como anemias hereditarias, artritis y leucemia aguda.
“El doctor las guarda en una especie de congelador, aquí en Costa Rica se puede hacer”, aconsejó.
De su pequeña traviesa, la radiografía que hace Maureen la delata como una niña “inquietísima, coqueta, manipuladora y buena, buenísima para destrozar, sobre todo celulares, ya que tiene tres en estado de agonía”.
Finalmente, el recuerdo más conmovedor en su corta maternidad se resume en una palabra. “Cuando me dijo mamá por primera vez, es algo tan lindo, tan inexplicable y tan sincero”.
Shirley Álvarez
A sus dos años, Jimena está orgullosa de su hermosa mami, y cómo no si además de haber sido Miss Costa Rica Mundo dos años consecutivos, hoy es una de las que luchan a muerte sobre la pista de “Bailando por un sueño”.
La relacionista pública cuenta que no se cambia por nadie, con todo y esas trasnochadas que la hicieron levantarse de la cama en repetidas ocasiones.
“Yo siempre he sido dormilona, pero con la bebé recién nacida cada tres horas había que despertarse en las madrugadas. Eso fue a lo que más me costó acostumbrarme”, explicó.
Y como nadie nace aprendida, Shirley también ha cometido sus pecados que solo la experiencia puede corregir. “Se me cayó de la cama como a los cinco meses, fue semejante susto, pero es algo que he escuchado antes, creo que no soy la única”.
Carolina Fernández
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/ Al Día
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Si alguien le ha dado un giro total a su vida luego de ingresar a la sala de partos, esa es Carolina Fernández.
La consentida de la hermosa modelo de 26 años se llama Alana, que el 7 de julio apagó su primera velita.
Los cambios de pañales y desveladas, le han dado las lecciones gratuitas para –como ella misma dice –, “graduarse como mujer”.
“Uno madura mucho también, ve las cosas diferentes, es una responsabilidad grande, alguien a quien cuidar, ya no puedo como irme de fiesta como antes”, dijo entre risas “Caro”.
Ella y su esposo ya no necesitan poner el despertador por las mañanas, pues a las 5 a.m. su chineada ya está dando vueltas por la casa.
Para “Caro”, el regalo del ser madre “sinceramente, es lo mejor que me ha pasado”, dijo.
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