San José Costa Rica. Edición del 12/agosto/2007. Ir a Al Día
   

María Eugenia Díaz

La mamá de Chang

A sus 79 años, confiesa que se casó enamorada y se dedicó a sus hijos en cuerpo y alma

Neyssa Calvo Achoy

Sentada cómodamente en el sofá de su casa, en San Rafael de Escazú, María Eugenia Díaz recuerda los días cuando criaba a sus seis hijos, entre ellos, al astronauta nacional Franklin Chang Díaz.

Se entregó al cien por ciento, y nunca les puso una mano encima.

“Amo a todos mis hijos por igual. Cada uno es diferente y exitoso en lo que ha decidido ser”

Eso sí, impuso reglas que todos debían respetar en casa.

Ella era la alcahueta –dice– porque su esposo, Ramón Chang ( fallecido en 1981), era muy estricto y sus reprimendas también. Por ejemplo, cuando Franklin estaba en segundo año, en el colegio La Salle, perdió tres materias, el castigo fue ponerlo a trabajar en vacaciones como peón en la construcción de la carretera entre Villa Colón y Puriscal.

El dinero que obtuvo por su trabajo se utilizó para pagar las clases privadas de un profesor de matemáticas, el mismo que le quitó el miedo a los números.

La mejor mamá

Afortunadamente, cuenta doña María Eugenia, para sacar adelante a la familia no fue necesario que ella tuviera que trabajar fuera de casa.

Así se convirtió en mamá a tiempo completo y, para hacer con excelencia su trabajo, solicitó ayuda a la literatura; es decir, buscó libros relacionados con la crianza de los niños y puso en práctica lo que consideró correcto.

Lo más importante para ella ha sido mantener la familia unida. No siempre fue sencillo, en especial porque, al casarse, se fue a vivir a Venezuela, y al crecer sus dos hijos mayores –María Eugenia y Franklin– tomó la decisión de enviarlos a Costa Rica con los abuelos maternos para que cursaran la secundaria en el colegio La Salle, comenta.

Durante las vacaciones se reunían y se comunicaban por carta. En ese tiempo, no había tanto acceso al teléfono.

Hoy, María Eugenia lleva una vida tranquila, tertulia con las amigas e imparte charlas a escolares sobre transbordadores espaciales. Los sábados se encarga de la comilona para dar la bienvenida a sus hijos, las parejas y los 13 nietos.

“Maravillosa”

Franklin, con una agradable sonrisa, se refirió la semana pasada, en Heredia, a su mamá como un ser maravilloso, cariñoso y muy crítico. En el Día de la Madre le dice: “Te quiero mucho”.

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En la foto, Franklin, su mamá y sus hermanas, María Eugenia y Sonia. Faltan Elsa, Rónald y Norman.

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Fotos Alexánder Otárola y Manuel Vega. /Al Día