Pido la palabra

La Muerte vacaciona en Costa Rica

La Pelona, una vez cumplida su ardua labor del año, hace maletas, toma el avión, se viene a turistear por Costa Rica, “full” lentes oscuros, “tangaloneta” y hasta bronceador en mano, para no verse tan pálida.

Comercial: ahí perdone Ana Coralia Fernández, columnista de Al Día, si la presente intenta ser segunda parte de su columna de ayer. Ahí perdone, pero la Muerte, que es para todos y de nadie, pasó por aquí.

Más encubierta que Brad Pitt y Angelina Jolie, en Migración echa mano a cualquiera de sus nombres: la Parca, la Pelona, la Huesuda, la Calaca, más conocida como la Muerte. ¡Pase usted, señora! Bienvenida a un lindo país y democrático, sin ejército ni guerrillas, sin grandes castástrofes naturales, pero con más de una locura en carretera que, sin duda, le va a encantar.

Mientras tanto, el noticiero de Televisión Española informa en tono alarmante el recuento de 3 mil fallecidos en carretera, durante el 2006, en una población de 44 millones. Nosotros, modestamente, llegamos a 374 fallecidos en accidentes, en un país de 4 millones (porcentualmente, son más nuestros seres queridos que lamentar).

Ella pela la dientona. Se la tira rico en Costa Rica. Tarde o temprano, tendremos que topárnosla, pero no hay por qué apresurar el momento. Déjela vacacionar, desacelere el vehículo, que ella anda con lentes oscuros por la carretera.