San José Costa Rica. Edición del 28/enero/2007. Ir a Al Día
 

Glenda Peraza, Modelo y conductora

Cambió por dentro, no por fuera

La animadora de Sábado Feliz dice que descubrió la verdadera belleza en su alma

Allan Andino

Todos los sábados a las 2 de la tarde, su rostro se encarga de llevar alegría a los hogares costarricenses.

Y es que a principios de febrero, la animadora Glenda Isabel Peraza cumplirá seis años de estar al frente del programa de concursos Sábado Feliz, de canal 7.

Ella nos abrió la puerta de su casa y nos permitió entrar no a la sala ni a la cocina, sino más allá, hasta tocar los rincones de su vida.

En las alturas del pueblo de Aserrí quedaron guardados los recuerdos de su infancia, una etapa difícil que atravesó su familia debido a la ausencia de su padre.

“Yo crecí en el campo junto con mis dos hermanos y mi mamá Ana Isabel Peraza. Papá no tengo, es decir, nunca tuve”, añadió.

Con apenas 16 años tomó la decisión de independizarse y concluir sus estudios de bachillerato por madurez.

Ahora, contrario al panorama que se vive hoy en día, los primeros pasos en el modelaje los dio tarde, a los 21.

“Estaba trabajando como recepcionista en La Nación y cuando faltaba una modelo me llamaban a mí. Mis primeras fotos fueron para un suplemento de compras de ropa íntima, luego hice una portada y ahí empecé a crecer”, dijo Peraza.

En poco tiempo, la belleza y esbelta figura de esta rubia la colocaron entre las modelos más cotizadas del país, en un negocio que empezaba a expandirse.

“Antes eramos muy poquitas. Vica Andrade, Lynda Díaz y yo. Entonces a uno la contrataban más por imagen o popularidad que por otra cosa, no como ahora que hay tantas muchachas bonitas”.

En sus once años de carrera, Glenda no conoce lo que es someterse a una cirugía plástica, algo que trata de enseñarle muy bien a su pequeña hija Kianny, de cuatro años. “No quiero que caiga en ese vicio del que si usted no está operada hoy, entonces no es bonita”.

Amor a la Antigua

En el aspecto sentimental, la presentadora de Sábado Feliz vivió varios capítulos que enmarcaron en definitiva el rumbo de la mujer que vemos actualmente en televisión.

Seis meses después de separase de su primer esposo, conoció a un hombre que secuestraría su corazón.

“Cuando lo conocí me enamoré, desde el primer momento… pero él no de mí”, contó soltando una carcajada.

Se refiere su esposo Austin Berry, quien era futbolista del Herediano en ese entonces, y luego se fue a jugar al equipo de Antigua, Guatemala.

Es aquí, en 1999, donde comienza la “telenovela” romántica que tendría final feliz. Sin embargo, tuvieron que soportar una serie de comentarios negativos que desacreditaban a la luz pública la relación.

“Empezamos como a escondidas porque queríamos evitar las críticas que decían o que yo no era para él o él para mí. Es una de las etapas más lindas de mi vida porque fue cuando Austin y yo nos fugamos a Guatemala, donde empezó a destaparse lo nuestro”, dijo.

“Antigua es un lugar sumamente romántico, él y yo solos nos terminamos de conocer y de enamorar allá. A los seis meses exactos me dio el anillo de compromiso y al año nos casamos”, recuerda Glenda.

En medio de la entrevista la animadora dejó escapar unas cuantas lágrimas, y con voz quebrada alcanzó a finalizar lo que significa su esposo.

“Es mi regalo, mi príncipe azul, solo que me lo mandaron negro. La persona en la que me apoyo y la que me acercó a las cosas de Dios”, dijo.

Curiosamente, ella suele olvidar con frecuencia la fecha de su boda (25 de marzo del 2000) y algunos otros momentos del pasado. El motivo tiene que ver con la situación más difícil –y a la vez importante– de su vida.

“Cuando tuve a mi hija perdí mucha sangre y me operaron de nuevo. Eso me ocasionó un poco de pérdida de la memoria. Pero soy tan feliz que no vivo pensando en mi pasado”.

La llegada de Kianny coronó uno de sus mayores sueños: convertirse en madre.

Cambio de brújula

La etapa de embarazo fue precisamente el último empujón que hizo a esta aserriceña dar un giro en sus planes de vida, ahora como cristiana.

Fue en una especie de cadena lo que hizo a Glenda decidirse a cambiar su norte en el aspecto religioso, sino que lo diga su marido Austin Berry.

“En una de las giras a Brasil cuando estábamos en la Selección, Reynaldo Parks invitaba a varios compañeros a leer la palabra. Ahí estábamos Steven Bryce y yo”, dijo el exjugador.

Con el tiempo, él empezó a convencer a su esposa sobre su nueva fe, hasta el punto de eliminar ciertas conductas en ella que arrastraba tiempo atrás.

“Entre las cosas que Dios ha logrado corregir en mí es el vocabulario, que no es vulgar. Además me quitó el vicio del cigarro y solucionó mi carácter, el cual era sumamente fuerte y que por dicha desapareció”.

“La mamole”, como le dicen en su casa, confesó que a pesar de la estabilidad que la rodeaba, le hacía falta algo.

“Hubo un vacío de esos de los que uno no se da cuenta, porque cuando llegó Dios a mi vida yo lo tenía todo. Tenía a mi esposo, estaba embarazada y en el ‘top’ de mi carrera. Luego descubrí que gracias a él tengo estas cosas maravillosas”.

“Bebé” en camino

Un nuevo proyecto tiene bastante motivada a la vecina de Curridabat, pero no tiene nada que ver con la cigüeña.

Se trata de un programa radiofónico de corte cristiano, del cual ya empezaron a grabar el “demo” esta semana.

La producción corre por cuenta de Pablo Barrantes, Gabriela Soto y la misma Glenda.

“Se va a llamar ‘Mujeres con propósito’. La idea y el concepto principal es dar alegría a la mujer, quitándole algunos tabúes a las amas de casa o profesionales. Todavía no tenemos la duración del espacio ni la emisora, pero lo importante es que nos estamos preparando fuerte para que lo que se haga, sea con calidad”, concluyó.

Niña de campo, muchacha independiente y señora distinguida, son tres de las cualidades que reflejan la personalidad de la mujer de hoy en portada. Su felicidad sigue latente no solo los sábados, sino todos los días.

En corto

Nació:

Un 5 de agosto de 1974. Tiene 32 años y dos hermanos.

Como modelo:

Su trabajo se enfocó en fotografía, tiene once años en el campo y sigue activa, con trabajos que reflejan su imagen actual de esposa y madre.

En televisión:

Estuvo tres meses en un espacio llamado “Riesgo Total” en canal 4. Luego pasó dos meses a “TV Mejenga”. Al consultársele sobre su animador Alejandro Rueda, se limitó a decir: “no tengo opinión, solo sé que no aprendí nada hasta que llegué a Sábado Feliz”.

Más bella:

“Este año entré al gimnasio. Además me propuse seguir la dieta de Nancy Dobles (se ríe) que consiste en no comer carbohidratos después de las 6 de la tarde.

Mascota:

Un schnauzer.

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Su tutor.
Nelson Hoffman y el ya fallecido Luis Fernando Crespi le abrieron las puertas para formarse en televisión. Juan Ramón Soto

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Rafael Pacheco /Al Día