San José Costa Rica. Edición del 18/febrero/2007. Ir a Al Día
 

Sandra Vargas, Gastrotecnóloga

“Todos somos una tripa”

Ella cuenta cómo es su nuevo trabajo y los lugares oscuros en que debe adentrarse luego de dejar de ser una VJ en VM Latino. Siente que cambió su vida

Isaac Lobo

Sandra Vargas tiene un trabajo donde por arte de magia los ricos, los pobres, los guapos y los feos son iguales y llevan lo mismo.

Ella es gastrotecnóloga y debe de asistir en todos los procedimientos médicos del sistema digestivo. Le toca hacer tactos anales y lavados de colon entre otras cosas, trabajo muy diferente al que realizaba en VM Latino cuando presentada videos musicales y asistía a la mayoría de las fiestas y conciertos de todo el país.

Feliz, acostumbrándose a su nuevo horario, Sandra asegura que no se arrepiente de haber escogido trabajar en la carrera que estudió en lugar seguir el vaivén de la música reggaetón.

¿Cómo se siente ahora, luego haber dejado VM?

Me siento más tranquila, porque me estoy realizando, estoy trabajando en la carrera que estudié.

¿Le faltó hacer más en televisión?

Creo que esta faceta ya la superé, pero claro, sí me faltó hacer varias cosas, tal vez después lo haga, quiero un programa polémico que hable de sexualidad y problemas de los jóvenes.

¿Por qué este cambio?

Así soy yo, soy extremista, ser gastrotecnóloga no se parece nada a lo que hacía, sólo se parece en el buen trato que hay que darle a la gente. Mucha gente me dice que esta carrera mía es poco higiénica, porque se ve todo el aparato digestivo, conlleva ver mucha sangre, heces y salivaciones.

¿Le da asco?

No porque yo veo a los pacientes con amor, son humanos, todos somos iguales. Ya no estoy rodeada de gente bonita como en VM, modelos, bailarinas y conocidos por su voz y su físico. Todo era glamour.

¿Ahora?

Ahora me di cuenta que todos somos una tripa de la boca al ano y que todos somos iguales, porque por dentro andamos con lo mismo y nadie se libra de lo que somos. En mi trabajo no hay pirámides de ascenso, ni escalerillas.

¿Extraña la tele?

No, no la extraño, porque me pusieron a escoger y escogí lo que yo había estudiado con esfuerzo. Solo le guardo cariño a los televidentes y a mis compañeros.

¿Le afectó el cambio de horario?

En VM fueron dos años de lunes a sábado de 9 p.m. a la medianoche, lo que me ha costado mucho fue aprender a dormir temprano. Me cuesta madrugar.

¿La gente la reconoce?

Sí, una vez tenía que hacer una rectoscopía y un muchacho me saludó todo contento cuando me vio. Mejor no me hubiera reconocido, porque lo tuve que poner de “cuatro patitas” y hacerle el examen. Cuando salió ya no me quería ni volver a ver.

¿Ahora tiene tiempo para el amor?

No creo, yo soy muy huraña y muy fría. Cuando les cuento en lo que trabajo los espanto.

¿Ahora se cuida igual?

Más, porque tengo más tiempo, hago mucho tae-bo.

¿Por qué a usted la ven como mujer sexy?

Porque represento un reto, por lo fría y directa que soy con ellos.

¿Ahora sale más?

No, soy muy casera, pero no soy aguafiestas, yo me apunto a la fiesta.

¿Hace cuánto no tiene novio?

Uuuuuu... Un montón, el último fue el jugador Pablo Chinchilla.

¿Qué le enferma del estómago?

La gente que aparenta lo que no es, ni tiene.

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Foto: Allen Campos /Al Día