Fútbol italiano

Milán vibra con Ronaldo

Los dos equipos de esa ciudad tienen motivos de sobra para sentirse más que felices

Milán / DPA. - Lo normal en Milán es que cuando la mitad de la ciudad festeja, la otra llore, pero ayer todos los aficionados al fútbol estaban de fiesta: los del Inter celebraban el récord de victorias y un “scudetto” que ya acarician y los del AC Milán se dejan llevar por la “Ronaldomanía”.

“Ahora ya sabemos por qué lo llaman Fenómeno”, dijo orgulloso el técnico del Milán, Carlo Ancelotti, tras festejar los dos primeros goles del astro brasileño Ronaldo en el triunfo el sábado por 4-3 en casa del Siena.

“Sólo ha sido el comienzo”, prometió el brasileño, que en su primer partido como titular anotó dos tantos, demostrando que su olfato de goleador no se ha extinguido. Mientras, en la distancia, el Real Madrid, su anterior equipo, debía tirarse de los pelos al verse incapaz de anotar un solo gol en el partido ante el Betis horas más tarde de la exhibición de Ronaldo.

Ronaldo hace soñar a los “milanisti” con un futuro dorado tras un presente tormentoso, pero los “interisti” no sueñan, sino que se regocijan con la realidad presente: récord de Europa con 16 triunfos seguidos en la Liga y 14 puntos de ventaja ya respecto a la Roma en la carrera hacia el título.

“Es un buen colchón”, dice el técnico del Inter, Roberto Mancini, que se quiere centrar ahora en la Liga de Campeones. El conjunto “nerazurro” está invicto en 25 partidos y sus rivales ya están desmoralizados. “Nunca dijimos que podíamos alcanzar al Inter”, señaló el técnico de la Roma, Luciano Spalletti, tras caer el sábado en Empoli.

Mucho más confiado está Ronaldo, decidido a triunfar en su regreso a Italia, tras su paso por el Real Madrid para demostrar que sigue siendo el mejor delantero del mundo, reivindicándose tras años de frustración con el equipo blanco. “He demostrado de lo que soy capaz a todos los que han hablado mal de mí”, dijo pasando factura a sus críticos. Cabeceó cruzado un pase largo de Pirlo y remachó a gol una buena jugada de su compatriota Kaká y los dos goles se los dedicó a su hijo Ronald y a sus compañeros de equipo, que le recibieron en Milán con los brazos abiertos.