Bárbara Palacios: Empresaria exMiss Universo

Una BARBARIDAD de “chama”

Por su mente nunca pasó la idea de ser Miss Venezuela, y mucho menos ganar el Miss Universo. Ahora, su experiencia ha dejado huella en tres países y pronto retornará a Costa Rica para revelar sus secretos de belleza

Con solo pronunciar su nombre, accidentalmente le lanzamos un piropo que no nos cansaríamos repetirle. Y no es para menos, si estamos hablando de una exMiss Universo.

Bárbara Palacios a sus 43 años destella elegancia, porte e inteligencia, cualidades de una verdadera reina de belleza.

Su visión de empresaria hizo que sus ojos color caramelo se voltearan hacia nuestro país, como parte de la expansión de sus tiendas “Bárbara Palacios Design”, que fabrica bolsos de cuero, joyería y productos para el cuidado corporal.

“A nosotros (su esposo y ella) nos encanta Costa Rica porque es un país bellísimo, con respeto a la ecología y en crecimiento para invertir. Cuando nos llamaron para la opción de poner la franquicia acá, nos pareció ideal”, dijo Bárbara.

Ella espera que para finales del presente año, su sétimo local –tiene cuatro en Florida, uno en Venezuela y otro en Ecuador–, esté debidamente inaugurado en Tiquicia.

Dejando de lado los negocios, esta estudiante de batería y publicista de profesión, cuenta que se siente eternamente agradecida con Dios por poner sobre su cabeza la corona más importante del orbe.

“Es un privilegio que Dios te da y lo tienes que devolver haciendo un buen trabajo, una buena representación, llevando siempre un mensaje en positivo”, comentó Palacios.

Curiosamente, ese título como también el de Miss Venezuela, fue algo que la hermosa caraqueña nunca buscó y que ni se imaginó alcanzar.

Cuando le consultamos si su sueño de niña era ser la reina de su país, nos respondió:

“¡Jamás! No soñé con concursos de belleza, por el contrario, me tuvieron que convencer durante cinco años para participar, para que les dijera que sí. Mi jefe de la agencia de publicidad, para la que trabajaba en ese entonces, fue quien me convenció al final. Realmente no tenía ningún interés ”, confesó.

En pro de lo natural

Contrario a lo que han hecho muchas de sus paisanas –como ella misma lo acepta–, Bárbara ha marcado la línea de hacerle la cruz a lo artificial, empezando por ella, que es toda natural.

“Respeto mucho a las personas que deciden tomar esa acción, porque es algo muy personal, pero siempre he sido partidaria de que para los concursos de belleza, al menos yo no lo permitiría. Las cirugías le han restado la naturalidad y magia que los concursos merecen”.

Hoy, 21 años después de haber tocado la gloria, esta barbaridad de mujer sigue dando vueltas por el mundo, ahora como empresaria. Costa Rica fue el último país que conoció (la semana pasada), y pronto sus secretos de belleza se abrirán mercado entre los ticos.