Ingrid Roldán, Figure Universe

Dura por fuera, suave por dentro

Sus músculos y su cuerpo bien formado jamás reflejan lo que esta deportista es en su interior, porque esa imagen ruda encierra a una mujer sensible que llora con facilidad, es tierna, enamorada y se define como una madre cariñosa

Como entrenadora personal es dura, es casi militar, sus mandatos se cumplen al pie de la letra y su fiereza es comparada a la de una pantera en pleno ataque.

Ella exige, como se exige a sí misma, es competitiva desde que tiene memoria, por algo ganó el Fitness Universe en Miami, no sólo en su categoría sino que fue la mejor entre todas las ganadoras.

Su fiereza como entrenadora personal, su cuerpo tonificado y sus brazos musculosos levantando pesas hacen creer que es una persona dura y fuerte, pero en realidad es todo lo contrario. En su vida ella es sedosa, dulce y cariñosa.

“Soy una persona tan dócil y tan frágil, a mí me hieren con cualquier cosa, pero nunca se dan cuenta: me voy a mi cuarto y se lo entrego al Señor. Pienso que la gran mayoría de quienes nos metemos en esto somos personas pequeñas, que tratamos de cubrirlo con mucho músculo. Yo he conocido fisicoculturistas como roperos que son la dulzura andante”, comenta Ingrid.

Por eso no es de extrañar que ella se sienta mal cuando alguien critica su cuerpo.

“Un vez una persona me dijo que parecía un hombre, pero no me lo dijo de frente el cobarde, fue por correo electrónico. Hay gustos para todos, esto es lo que a mí me gusta y por lo que vivo, me siento sexy y bonita”.

También tuvo otra mala experiencia con un taxista, que la puso de mal humor y le sacó las lágrimas del colerón.

“El tipo era gordo, como amorfo, cuando yo me subí al taxi me dijo: ‘Aaayy muchacha, yo nunca me podría acostar con una mujer como usted, así llena de músculos’ ”.

Comenta que a ella le molestó mucho el comentario fuera de lugar. “Perdón señor, pero soy yo quien debería de decir eso, no usted”, le respondió.

El taxista terminó pidiendo disculpas muy apenado por ese pensamiento en voz alta.

El amor

Así como salen criticones, los pretendientes los triplican, de todas las edades, nacionalidades y estratos sociales.

Ingrid asegura que sus curvas son muy atractivas para los varones, que se deshacen en piropos.

“Me salen menores que yo, un montón, pero a mí me gustan los que me llevan por lo menos 10 años”, asegura Roldán, quien tiene 35 años.

Pero a pesar de las propuestas y ofrecimientos, confiesa que tiene malas experiencias.

“Me ha ido mal en el amor, pienso que es por precipitada y también porque soy muy exigente”, afirma.

Estuvo casada cinco años con Julian Pascal, quien también es entrenador de aeróbicos y body fitness.

“Me encanta el hombre inteligente, feo, que no este metido en esto del fitness, divertido y que me trate como una princesa. Soy chineada”.

Hace dos años conoció a un argentino y se fue a vivir a la tierra natal de su novio por año y medio.

“Lamentablemente él falleció, tuvo un cáncer de piel que se le trasladó a todo el cuerpo”, asegura.

Ahora Ingrid está dedicada a su familia y a sus dos hijos, André de 9 años y Daniel de 11 años.

La guapa espera seguir en esto un buen tiempo y ponerse un negocio, siempre dedicada a sudar y vivir feliz.