Johanna Ortiz, Modelo
Una cordillera de carne y hueso
La “geografía” de esta colombiana se formó con sudor, yoga y proteínas Allan Andino
Desde hace siete meses, una guapísima colombiana nos deslumbra con su belleza, y no es para menos, si viene de una ciudad que es famosa por sus mujeres: Medellín.
Johanna Ortiz tiene ese tiempo de dedicarse al modelaje, y seis años y medio de vivir en Costa Rica.
El relieve de su cuerpo se parece al que nace en su tierra, la coordillera de los Andes, con ondulaciones por delante y por detrás.
Cuenta que sus medidas (90-62-92) se las debe a un elemento indispensable que consume en el desayuno, a uno que otro “tip”, y a su disciplina en el gimnasio.
“Casi siempre como uno o dos huevos por la mañana, porque necesito proteína para desarrollar el músculo, no de forma exagerada, pero sí es importante”, dice Johanna.
La espigada morena (mide 1,76 metros) afirma que no es de las que siguen una dieta estricta, no es su estilo. Sin embargo, por costumbre sí sigue una serie de cuidados.
“Trato de evitar las cosas fritas. Como pollo a la plancha y pescado, pero carnes rojas no porque no me gusta, es algo que traigo desde pequeñita”.
Ortiz no es inmune a las tentaciones y acepta que tiene una de la que no ha podido librarse.
“En la tarde siempre tengo que comerme algo dulce. Me encanta, soy demasiado dulcera. Si no, me pongo de mal genio”.
El trabajo rudo lo hace cuatro veces por semana en el gimnasio, donde pasa una hora moldeando sus brazos y piernas.
“Más que todo hago pesas para tonificar y un poquito de ‘cardio’. Hay gente que se obsesiona solo con hacer ‘cardio’, pero no es bueno. Debe haber un equilibrio y ejercitarse también con pesas”, señaló la joven de 22 años.
Otro de los chineos que le regala a su físico es cuando practica yoga, una vez por semana.
Allí realiza estiramientos, posiciones de balance y de relajación, todo esto para bajar las revoluciones y liberar energía.
Mantener un rostro fresco y saludable es otro de los “tips” que recomienda esta amante de la natación.
“Nunca me acuesto con maquillaje. Uso un tónico para la piel y cremas para exfoliarme. Es una limpieza sagrada”, afirmó.
Definitivamente Johana es como una cordillera, desde la plana meseta de su abdomen hasta sus “zonas montañosas”.
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Secreto
Licenciada en administración con énfasis en comercio internacional, Johanna además de modelar trabaja con sus padres en importación de productos textiles de Colombia.
Si hay algo que nunca le falta en el bolso, es su botella de agua.
Su “tip” para mantenerse en forma es un poco de todo. “Comer bien, ejercitarse, dormir bien y alimentar el espíritu”, dijo.
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