Fiscalía presentó acusación contra Burgos

“Arrepiéntete Luis ante Dios”

Padres de Maureen Hidalgo dicen no guardarle rencor a su yerno

“Yo solo le diría a Luis (Fernando Burgos), que le abra el corazón a Dios (...), arrepiéntete Luis ante Dios. Eso es lo que queremos, que llegues a los pies del Señor y le pidas perdón por todas las cosas malas que has hecho”.

Con estas palabras, sencillas, paternales y carentes de rencor, don Miguel Ángel Hidalgo explicó su sentimiento hacia el esposo y presunto asesino de su hija Maureen, a quien él no ha dejado de pensar ni un solo día desde su muerte, en julio del año pasado.

El viernes anterior, 243 días después de que el cuerpo de Maureen Hidalgo Mora, de 28 años, apareciera tirado en un guindo en Concepción de Atenas, el Ministerio Público presentó una acusación formal por presunto homicidio calificado, contra el defensor público Luis Fernando Burgos Barboza, con quien ella había estado casada durante un año.

Su cabeza fue envuelta en bolsas plásticas y las piernas amarradas con una cinta adhesiva negra. Los forenses creen que murió asfixiada por sofocación.

El abogado de la familia, Henry Vega, informó que un perito matemático realiza un estudio para determinar la cantidad de dinero que exigirán como pago por parte de Luis Fernando Burgos, si es encontrado culpable.

Según Vega, Burgos solo tiene dos propiedades a su nombre; el apartamento que compartía con Maureen, en Zapote y una casa de habitación en Sabanilla de Montes de Oca, que en el momento del crimen él le alquilaba a su amiga y exnovia, la fiscal Zulay Rojas.

La Fiscalía investiga a Rojas por, presuntamente, ocultar información sobre la muerte de Maureen Hidalgo, pues Burgos le habría contado sobre el asesinato y ella, supuestamente, le aconsejó cómo deshacerse del cadáver.

Hoy, tras vivir el terrible dolor de la ausencia de su hija, los padres de Maureen afirman que no le guardan rencor a su yerno.

“No respiramos por heridas, porque eso no es vida. Esperamos justicia, claro que sí, porque este es un caso de violencia doméstica y ella (Maureen) sufrió maltrato”, expresó su madre, Vera Mora.

Doña Vera dice que su hija fue una mártir, porque nunca les dijo lo que estaba viviendo al lado de Burgos, para no preocuparlos.

“Yo le preguntaba por qué estaba tan delgada y ella me decía: cállese, no le diga nada a papi”.