San José Costa Rica. Edición del 18/marzo/2007. Ir a Al Día
 

Adriana Durán, periodista

Una flor enamorada

Escarbe con nosotros los inviernos y primaveras en la vida de la experimentada comunicadora

Allan Andino

Desde hace unos meses, Adriana Durán Rodríguez refleja un rostro más radiante de lo normal, cada vez que ingresa a nuestras casas en el programa matutino Buen Día de canal 7.

¿La razón? Todo parece indicar que tiene acento italiano, y aunque no es muy diestro para el baile, le alivió las heridas del corazón.

Se llama Stefano Calambrelli, dueño de los restaurantes Pane e Vino, quien ha sido su amigo desde hace más de cuatro años.

Luego de escabullírsele un par de veces, la brumosa de 37 años fue flechada por cupido, y le sonarán las campanas de boda “antes de que acabe el 2007”.

“Cuando me divorcié tenía que reconstruir mucho mi lado afectivo. Tenía claro que antes de querer a alguien más, debía empezar por quererme a mí misma”

“Vengo de una familia de clase media. La gente cree que uno cambia por el tipo de trabajo que hago, pero no. Yo soy sencilla”.

“Fue muy lindo porque supo llegar en el momento justo y en la forma correcta. Fue en la fiesta de ‘7 Estrellas’, en diciembre pasado. Si lo hubiera hecho hace dos años no hubiera estado preparada”, admite Durán.

“Recuerdo que yo me le salía por la tangente, y ese día él se plantó y me dijo: ‘Bueno, ¿vas a salir conmigo? Ya sabés que te he dicho mucho, si no querés no te molesto más, pero salí conmigo. Dame esa oportunidad’. Y allí empezó todo”.

Casi se marchita

Los golpes más fuertes en la vida de Adriana están relacionados principalmente con el amor.

Sus tres hijos, dos de ellos de su primer matrimonio, han sido el motor y la fuente de energía que la han ayudado a salir adelante en sus siete años de divorcio.

Ella acepta que de no haber sido por sus padres, Carlos Durán y Yolanda Rodríguez, más el apoyo de sus hermanos, no se habría convertido en la “sobreviviente” que es hoy.

“La gente se dio cuenta de mi divorcio casi seis meses después. Fue doloroso porque las chiquillas de maquillaje hacían milagros con mi cara, ya que tenía que venir al programa a sonreír y reflejar otra cosa. Sacar adelante a tres niños no fue fácil, pero gracias al apoyo de mi familia soy lo que soy ahora, y lo he superado”.

“Lo más difícil fue encontrar a la Adriana que se sentía feliz. Sin embargo, fue una reconstrucción lenta –se le hace un pequeño nudo en la garganta y continúa–, no sé como explicarlo, pero yo hice un freno en mi vida y pensé: ¿cuál fue mi mejor época? ¿cómo era yo hace diez años? ¿cómo me entretenía? ¿cómo me llenaba? Volví a hacer deporte, volví a arreglarme, me decía a mí misma cosas bonitas y empecé a creer en mí”.

De semilla a flor

Esta cartaginesa de toda una vida y egresada del colegio San Luis Gonzaga, curiosamente se declara friolenta, y recuerda que su pasión por los deportes nació desde que era una niña.

“Crecí en un barrio donde la mayoría eran hombres, entonces no teníamos otra opción que entretenernos con juegos de hombres. No recuerdo jugar con muñecas, era más activa, o mejor dicho, más competitiva. Esto definió mi personalidad”, dijo Adriana.

Y no era para menos, ya que fue jugadora de primera división con el equipo de baloncesto del Instituto Tecnológico de Cartago.

Los primeros pasos en su carrera profesional los dio en el Semanario Universidad en 1989, pero fue en Univisión Canal 2 donde demostró que podía romper los esquemas y ser la primera reportera que incursionaba en el campo deportivo, a pesar de las críticas.

“Fue a finales del 91. Primero me llamaron porque querían una presentadora. Luego, como éramos tan poquitos, Eduardo Solano en el estudio, Hernán Morales comentando y Róger Ajún en la narración, ocupaban a otra persona para las entrevistas en la gramilla”.

“Me llamó el director Ramón Coll y me dijo: ‘Vea mamita, esto nunca lo ha hecho una mujer, si pega le va a ir muy bien, pero si no... sus aspiraciones se irán al suelo. ¿Acepta el reto?’ Sí, le dije, ‘¿No lo va a pensar?’ No, le contesté. Y así empezamos, una chiquilla de 21 años entrevistando a Juan José Gámez”, recordó.

“La florcita de canal 2” fue el apodo con el que Róger Ajún bautizó a la periodista, que se mantuvo por siete años en el canal de La Uruca, hasta unos días antes de su cierre. De su trabajo, la etapa más incómoda fue cuando la gente le cuestionaba cómo hacía para meterse a los camerinos.

“Cuando estoy en una cancha no soy mujer, soy periodista, y cuando estoy frente a los jugadores no son hombres, son jugadores. Irónicamente las que más me criticaron fueron mujeres, pero con el paso del tiempo se superó ese estereotipo y aceptaron a la chica periodista del fútbol”.

Un cambio drástico en su campo de trabajo ocurrió en marzo del 99, e igual como lo hizo en el 2, Adriana tomó una decisión rápida.

“Me senté con don Ignacio Santos y doña Pilar Cisneros, y me dijeron: ‘Éste es el programa, le ofrecemos tanto, ¿le interesa?’ Sí, respondí, ‘¿Segura que no lo quiere pensar?’ No, les dije. Es curioso, no duro ni 10 segundos en momentos así”.

Hoy en los jardines de Buen Día crece una nueva flor, con sonrisa radiante y que desborda alegría.

Un vistazo

De peso

El 8 de junio Adriana cumplirá 16 años de laborar en televisión.

Sus retoños

Diego de 16 años, Fabián de 9 y Juan Carlos, que el pasado 10 de marzo cumplió 7.

Mejenguera

“Todos los sábados en San Rafael de Oreamuno nos reunimos un grupito de exjugadoras veteranas para jugar baloncesto y matar la fiebre”.

Salsera

“Mucha gente no sabe pero una de mis grandes pasiones es bailar, me encanta. Soy de las que llega a una fiesta y desde que entro hasta que me voy no paro. Con Stefano hicimos un acuerdo, él me enseña italiano y yo le enseño a bailar”.

“Ráfaga”

“Fue mi primer proyecto en el 2, donde invitábamos a niños para que compartieran con futbolistas. Ahora me encuentro gente grande que me dice: ‘Yo estuve en su programa’, y yo ‘Ay muchacho no lo diga muy duro porque me hace sentir vieja’”, dice entre risas.

Randy Allen

“Él siempre será un recuerdo maravilloso. Solo que sus propósitos eran muy distintos a los míos”.

Un mal día es...

“Cuando hay gente negativa y no te deja vivir en paz”.

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Fotos y reproducciones: Rafael Pacheco /Al Día

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Realizada
Aseguró que su boda no pasa del 2008, y todo parece indicar que la luna de miel tiene como destino el Viejo Continente.

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Sus hijos, su papá y un amigo de la familia (a la derecha) no se perdieron la oportunidad de ver la Copa del Mundo.

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Una de las cosas que más le gusta hacer es darse sus escapaditas a la playa. El equipo de “7 Estrellas” es testigo de eso.

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Fue la envidia de muchas mujeres cuando recibió al actor peruano Christian Meier en el set.

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Compartió con César Luis Mennoti en el Mundial de Corea-Japón 2002.

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Atrajo las cámaras en el partido Costa Rica -China para el Mundial del 2002.

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En sus primeros años en Univisión, fue compañera de Danny González.