“Rompeventanas”

Empezaron a actuar con más frecuencia a finales del año pasado. Incluso, la policía reportaba un promedio de 11 asaltos por día. Utilizan una bujía, la cual la tiran contra el vidrio del carro, del lado del acompañante, de sus víctimas. Las bandas están formadas por dos o tres personas, por lo general, adictos a las drogas que buscan algo rápido para vender. Las víctimas son mujeres que viajan solas en los carros y ponen la cartera en el asiento del acompañante. Atacan en los Hatillos, por circunvalación. También se han registrado golpes en Tibás, en las inmediaciones de la Pops, la policía presume que otros delincuentes aprendieron la técnica.

Cajeros automáticos

Los ladrones de los cajeros automáticos son bandas más organizadas. Por lo general usan algún medio de transporte para escapar, motocicleta o carro. Escogen a la víctima a la salida del cajero, por lo general, la persona sale contando el dinero o menciona cuanto va a sacar. Esto facilita la labor de los ladrones. De los asaltos cometidos el año pasado, según el OIJ, la mayoría se registraron en los distritos josefinos de: El Carmen, Hospital, Catedral y Merced. La policía recomienda ir con otra persona a retirar el dinero del cajero automático.

Paradas de autobuses

Los delincuentes son violentos y no dudan en disparar. Por lo general viajan dos delincuentes en motocicleta, ya que les permite huir más rápido. La policía recomienda no oponer resistencia. Suelen atacar en paradas oscuras o solitarias. También asaltan en autobuses. Algunos sitios peligrosos son: Tirrases de Curridabat; Los Guido y San Miguel de Desamparados; Purral y Ipís de Goicoechea; San Jerónimo de Moravia; León XIII y Colima de Tibás; y Hatillo, San Sebastián, Pavas, La Uruca y La Merced en San José centro. Los choferes de autobuses también son víctimas en la noche.

Inseguridad en la casa

Las bandas suelen ser más organizadas. Hay dos tipos. Los que vigilan la casa por varios días y esperan que esté sola y los que atacan al azar, sin importarle que haya personas adentro. En ambos casos son muy violentos. Amarran y amordazan a las víctimas. El OIJ atiende, al menos, un caso por día y la zona más afectadas son: Pavas, Desamparados y Hatillo. También hay una alta incidencia en Escazú y en Heredia. “Si va en carro, lo mejor es hacer recorridos cortos antes de entrar a la casa y fijarse que nadie lo sigue”, dijo Rafael Gutiérrez, viceministro de Seguridad.

Teléfono le cuesta la vida

Los teléfonos celulares se han convertido en uno de los bienes más apetecidos por los ladrones. Solo entre diciembre del 2006 y enero del 2007, el ICE reportó la desconexión de 26.284 líneas, por robo y extravío. Para las autoridades los celulares son artículos fáciles de vender. Los GSM son los que más se roban, ya que son más caros que los TDMA. El problema es que por su precio son considerados como una contravención y los ladrones quedan en libertad. Los casos más serios son cuando las personas por defender el aparato pierde la vida cuando le disparan.

“Toda la vida cambió”

Casa de Ricardo Toledo, excandidato presidencial del PUSC. Archivo

Ricardo Toledo y su familia todavía no se reponen de lo que pasó la noche del 21 de marzo pasado. Tres asaltantes le quitaron la vida a Ligia Hernández Alvarado, de 42 años, empleada doméstica de Toledo y a Werner Bohl, de 48 años, vecino del ex candidato presidencial.

“Toda la vida cambió por completo. No es lo mismo. Estamos más nerviosos. Cada vez que se acerca un carro, cuando llegamos a la casa, es otra cosa”, dijo ayer Toledo. El excandidato presidencial del PUSC comentó que el caso contra los hombres va por buen camino. Espera que pronto le den fecha para la realización del juicio

Comentó que hubo un acercamiento por parte de la familia de los delincuentes, con sus abogados, para buscar una conciliación. “Sin embargo, eso nunca lo vamos a aceptar. Es duro ver como se destruye una familia por una situación así, pero lo que hicieron esos hombres no se puede conciliar”, comentó Toledo.

“Pensé que iban a matarme”

La modelo Wendy Myrie se llevó un gran susto. Archivo

Le chocaron el carro en la parte trasera varias veces, le exigieron que se detuviera y aún así pudo llegar a una estación de gasolina para refugiarse y pedir ayuda.

Hace dos semanas, la modelo Wendy Myrie, estuvo a punto de convertirse en una víctima más de los bajonazos cuando se dirigía hacia Santa Ana. Los sujetos la siguieron después del peaje.

Al inicio pensó que se trataba de un conductor imprudente por lo que decidió cambiar de carril. El carro se le acercó de nuevo y luego un sujeto sacó la cabeza por la ventana y le gritaba con insistencia para que frenara.

“Me puse muy nerviosa, pensé que me iban a matar. Apenas tuve señal en el teléfono, llamé al 911”, comentó la modelo.

Myrie, asegura que no es la primera vez que le ocurre algo así, pero no pone la denuncia por temor a represalias.

“Quebró el vidrio y sacó el bolso”

Los asaltantes destrozaron la ventana. Abelardo Fonseca

El estruendo en la ventana, la hizo gritar del susto. En segundos, un joven metió medio cuerpo dentro de su vehículo para robarle el bolso, mientras otro, al parecer armado, vigilaba celosamente. Eran las 8:20 a.m. de ayer en el cruce de semáforos de Llorente de Tibás, a pocos metros del bar La Parcela.

Dos ladrones acecharon el carro de Mariela Rodríguez, quien se dirigía a iniciar sus labores diarias.

Sola y con cuatro meses de embarazo, los nervios y la desesperación la inundaron durante esos segundos.

“Fue terrible, se cubrieron con los gorros de los abrigos y se llevaron el bolso con mi teléfono y el dinero” dijo. Cuando fue a poner la denuncia en el OIJ de San José, encontró a dos mujeres víctimas de la misma situación.

“De las que vi, a una le quebraron el vidrio en los Hatillos. ¿Cuál ruta es segura ahora?” se preguntó. Minutos después, su bolso apareció, casi vacío, en un lote cercano.