Buscar
Ver otras ediciones
Portada Nacionales Sucesos Ovación Farándula Vivir Hoy Internacionales VIP Foro Galería Escríbanos Pura Vida
 
 Sucesos Miércoles 23 de mayo, 2007, San José, Costa Rica.
 

Dolor de una familia en Pérez Zeledón

Drama con niño que debe ser atado porque se golpea

Al muchacho no lo pueden dejar libre porque se ocasiona daños físicos

Mario Cordero
Rodolfo Martín

Pérez Zeledón- Amarrado y hasta hace poco encadenado para evitar que se hiciera daño, transcurre la vida de un muchacho de 17 años, conocido como “Juancito”, quien vive en una humilde vivienda, situada a pocos metros de la entrada al basurero en barrio Lomas de Cocorí.

“Juancito” debe estar atado porque, de lo contario, se provoca los más crueles castigos, confirmaron sus familiares, entre ellos su madre, doña Josefa Calderón Maroto.

El trabajo no ayuda

“Algunas veces, se levanta a las 2 a.m. y regresa a media mañana, apenas con medio saco de aluminio”, comentó doña Josefa sobre su esposo.

Ella y su esposo, Juan Martín Rodríguez Salas, vivían en San Nicolás de Cartago, de donde hace unos años emigraron a Pérez Zeledón.

Se mudaron porque sufrían por los comentarios y porque la gente decía que ellos, supuestamente, agredían al niño.

Un calvario

Doña Josefa reflexiona sobre lo que padece el joven. “Creo que fue Dios el que quiso que naciera así. Yo no puedo calentarme mucho la cabeza pensando sobre eso porque sufro de ataques”, agregó. Ella padece de epilepsia, al igual que su hija menor, de 13 años.

Además de ellos dos, tiene otra hija mayor a quien “ya le dieron la cédula y fue a juntarse porque está con ganas de casarse para el Día de la Madre”, dijo.

A “Juancito” le tienen los brazos forrados con cartones y las manos sujetadas, pues, cuando no está amarrado, se muerde, se arranca los pedazos de piel y sangra. “Usted no sabe lo que yo siento”, agregó la madre.

Aunque esté amarrado, alguien tiene que estar a su lado porque, en cualquier momento, comienza a golpearse la cabeza contra las paredes.

Ayer, cuidado por su mamá y la hermana y asistido por los seguidores de la Iglesia Cristiana Shaddi, en un instante, se hirió una pierna.

Su cuerpo delgado y frágil está lleno de esos indicios de las lesiones, especialmente en la cara y la cabeza.

Y los medicamentos que le han dado no han surtido efecto.

“Uno sufre mucho por él, especialmente cuando le da por golpearse contra las paredes. Cuando se rompe, no sé qué hacer”, dijo la mamá.

¡Cómo duele!

Foto Flotante: 1605385

Marjorie Salas, Vecina.

Es indescriptible lo que se vive en esa casa. ¡Qué injusticia, algunos creían que era agredido por sus padres!”.

Foto Flotante: 1605270

Sileni Quesada, Vecina.

Es muy doloroso el problema que vive esta familia. Sí, realmente doloroso, no hay palabras para explicar todo esto”.

Foto Flotante: 1605268

Gerardo González, Vecino.

Hay que ayudar a quien padece necesidades. Muchas veces desconocemos lo que padece el hermano que tenemos al lado”.

Foto Flotante: 1605266

Flor de María Muñoz, Vecina.

Es muy cruel la situación que viven el muchacho, sus padres y sus hermanos. He venido a dejarles comida”.

Un pastor les lleva comida y consuelo

Un grupo de seguidores de la Iglesia Cristiana Shaddi, encabezados por el pastor Ricardo Saborío, visita a la familia del muchacho, al menos, dos veces por semana, para llevarles un plato de comida caliente y una voz de consuelo. “La situación aquí es realmente dura. Hoy, el muchacho está tranquilo y sin cadenas”, expresó Saborío quien, además, lleva alimento a decenas de niños que recolectan desechos en el basurero.

“Las necesidades han ido aumentando, pero los recursos son escasos. Insto a las demás iglesias a que dejen las cuatro paredes de sus templos y vengan a invertir tiempo y recursos en estos niños”, manifestó Saborío. En cuanto a “Juancito”, advirtió, urge que el niño reciba atención médica para que pueda gozar de una mejor calidad de vida.

Toda persona que desee colaborar con esta familia de Pérez Zeledón puede llamar al teléfono 771-5163.

Foto: 1605272
Si el niño no está amarrado, se hace daño a sí mismo.
Fotos: Rafael Pacheco

Foto: 1605265
“Juancito”, de 17 años, vivió con su familia en Cartago y ahora en Pérez Zeledón.

Foto: 1605386
Doña Josefa, quien gusta de cuidar su jardín, padece de epilepsia, y su hija de 13 años también.

Portada Nacionales Sucesos Ovación Farándula Vivir Hoy Internacionales VIP
Foro Galería Contáctenos Pura Vida
© 2007. Periódico Al Día. El contenido de aldia.co.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr .