Jugará la final de UNCAF frente al Motagua hondureño

Saprissa hunde la espina

La paternidad morada sigue presente: ¡ya van 14 clásicos en fila! Increíble, ¿no?

Ayyy Harold Wallace, ayyy pobre Alajuelense, ayyy paternidad morada que crece y sigue mortificando a esta Liga hundida en el zapato morado.

Como pecó Wallace en tiempo de descuento y como la gozó el verdugo Alejandro Alpízar en la que alguna vez fue su casa.

Pobre Liga de inconsistencias. A ratos cumple, pero no tarda mucho en venirse abajo. Por eso en los últimos tiempos ha venido a menos a la hora buena.

Anoche fue otra prueba de su incapacidad para sostenerse en pie cuando parece ir por el camino correcto. Parece que no puede vivir sin el error. Está perdiendo la casta de grande para sacar las garras cuando hay que ganar con hormonas y como sea.

Sino es en uno es en otro, pero se ha acostumbrado a caer. Y como le dolió anoche, ya estaban dejando al Saprissa con la derrota en el bolsillo, pero otra vez aquella frase inmortal del expresidente morado Jorge Guillén: “No se repartan nada mientras Saprissa esté vivo”.

De nada valió el buen gol del brasileño Zada. Tampoco sirvió de mucho una defensa en cero durante 90 minutos y el gran partido del atacante Cunningham.

Tampoco alcanzó el helicóptero que trató de ayudar en algo a la pésima cancha manuda. Pareciera, más bien, que en esas mismas hélices volaron las aspiraciones de la Liga por llegar a la final de UNCAF. La noche estuvo cerca de haber terminado diferente para el “pueblo rojinegro” que sigue sin vérsela a la “S”. Ya se suman 14 clásicos, 12 de ellos por campeonato nacional. Y sigue contando.

Como igual sigue el técnico morado Jeaustin Campos sin perder contra Alajuelense.

Por eso su reacción al final del partido. Disfrutó frente a la gradería este, donde la desazón podía más que la razón.

Virtud también de este Saprissa que nunca se rinde y que aparte de eso se la cree, sin importar el escenario por donde camine.

Contrario a la Liga, que se asustó después de 1-0 y entregó el dominio al Saprissa para terminar como gato panza arriba la primera mitad.

Los matices del clásico regalaron buenas emociones. Alternativas en uno y otro marco, balones al palo en ambas porterías.

Pero en estos momentos paternidad solo hay una y se viste de morado, al que Wallace se vistió anoche de villano.

Tres momentos Emocionado. Jeaustin Campos, técnico del Saprissa, celebró con gran euforia luego del gol del empate. Sin consuelo. El liguista Michael Rodríguez se mostró inconsolable con su “amigo” el poste. En el zacate. ¿Y Wardy Alfaro? Pues imagínense lo que pensaba en ese momento. Una pesadilla.

“Es justo pasar a la final” Minientrevista con Jeaustin Campos, por Miltón Montenegro ¿Qué hizo la diferencia para que Saprissa lograra empatar y pasar a la final? Que nunca desmayamos en el accionar. Después de los primeros 15 minutos del partido y sufrir el gol, el encuentro fue nuestro y por eso es justo el empate y es justo pasar a la final. ¿Esperaba que la Liga iniciara tan ofensiva? Ellos fueron superiores en los primeros 15 minutos, pero la mayoría de opciones fueron nuestras y el control de la pelota también. Enfrentamos a un digno rival y a un técnico que como Restrepo merece respeto. ¿Cuál fue la intención cuando hizo ingresar a Alejandro Alpízar, quien hizo el gol? Primero meter piernas frescas, como también lo hizo la Liga con la llegada de Jeancarlos Solórzano. Además esperaba tener más claridad, tras el buen juego que hizo Celso, pero con Alpízar tuvimos la posibilidad de meter velocidad. ¿Cuánto le sabe el empate en el último minuto? Me sabe mucho más porque le ganamos la serie a un gran equipo. Considero que luego de que nos anotaron, tuvimos mayor y mejor asimilación en el terreno de juego. Siempre dije que íbamos a ir al frente. ¿Físicamente le sacó ventaja su equipo a la Liga? Creo que en los últimos minutos del compromiso, a ellos (los manudos) les pesó más el factor físico.