“Oren por mí”, dijo joven atacada frente a Multiplaza del Este

Por un iPod acaban con una muchacha ejemplar

A los 27 años era un modelo de superación y único sostén económico para una madre

“Por favor oren por mí, cancelen las tarjetas”, fueron las últimas palabras expresadas por Adriana González Solano, joven de 27 años asesinada por desconocidos para quitarle un iPod el domingo frente a Multiplaza del Este, en Zapote.

Tras ser asaltada a las 10:34 a.m., fue llevada al hospital Calderón Guardia, donde murió a las 7:10 p.m.

La joven, empleada de Bimbo, presentaba un balazo en el abdomen y una severa hemorragia interna: un proyectil le había perforado la vena cava.

Al llegar al hospital llamó por celular a su primo José Andrés Ramírez para pedirle esos favores antes de contactar y preocupar a su madre.

La devoción religiosa que siempre la caracterizó y el aplomo con el cual sacó adelante su vida, no faltaron en en medio del drama final que vivió.

Así la recordó ayer su madre, doña Flora González Solano, hoy en la desesperanza porque, además de que era su única hija y compañera, mantenía la casa.

Murió en el mismo hospital donde, nueve años atrás, había vencido un fulminante cáncer de páncreas.

La convalecencia de ese mal, detectada cuando era empleada de Kentucky Fried Chicken, duró dos años, lapso en el cual tuvieron que “rehacerle” el estómago, el mismo que el domingo destrozó una bala percutida por un criminal que primero disparó y luego le arrebató el iPod.

Acababa salir de PriceSmart donde había reabastecido las urnas de producto y se encaminaba a Plaza Cristal para hacer lo mismo en Periféricos.

Luchadora

Esa mañana, a un lado de su cama, quedó abierto el último libro que estaba leyendo: “ El 8° hábito de la efectividad a la grandeza”, de Stephen R. Covey, ejemplo de una persona en constante crecimiento profesional y espiritual. A sus 27 años, daba charlas sobre temas religiosos y de superación personal. Lo hacía no solo con sus compañeros de trabajo, sino también en otras empresas que visitaba. Los dueños le abrían espacio.

Era una amante de los animales y de los niños y una apasionada por los dibujos, las manualidades, el yoga, las capacitaciones y, sobre todo, de las letras. Anhelaba convertirse en escritora y dar una nueva casa a su mamá.

“Quise ganarle a todos y ser la primera persona en decirte ‘buen día’, pero comprendí que Dios, amorosamente, te despertó con aliento de vida”, escribió Adriana, una mujer que nació para luchar y superarse, pero que su camino fue segado por la bala de alguien que quiso un iPod.

La víctima Adriana González Edad: 27años

Huellas en el camino Una buena parte de sus estudios primarios los cursó en el colegio Monterrey, donde llegó hasta tercer grado. Desde niña fue de fuertes convicciones religiosas. Era usual hallarla orando sola en su habitación. Su juventud estuvo marcada por las dificultades económicas, pero siempre fue feliz y trabajó duro. Un día no soportaba el dolor, llamó a la ambulancia y se fue sola para el hospital. En la tarde le diagnosticaron el cáncer. En otra ocasión, le dieron una capacitación y, a la mañana siguiente, se propuso que algún día sería ella la capacitadora.

Salía de PriceSmart Adriana salió de PriceSmart, Zapote, y caminó hasta la calle principal. Ahí dobló a la derecha y se enrumbó hacia el este. Al llegar frente a Multiplaza, cruzó la calle y, al pasar frente a la empresa Cocoa –para también seguir hacia el este–, fue interceptada por un sujeto que se acababa de bajar de un auto color oscuro que circulaba de este a oeste. El hombre le disparó y luego le arrebató el iPod. Después de eso, el vehículo viró en U y el asaltante escapó, al parecer con rumbo oeste-este.