Chismeando con Gaby

Fue un novelón

Que novelón hizo Angélica Rivera en el país. Ella fue una de las invitadas a la fiesta que “TV y Novelas” ofreció el jueves, y, desde que puso un pie en Tiquicia, se la pasó en una pura quejadera. Por ahí nos contaron que como a las 4 p.m. le dio hambre, y se fue a comer a la habitación de Eduardo Yáñez, con quien, por cierto, los medios aztecas dicen que tiene un romance. Dos horas después regresó, y dijo: “Me voy a comer”. Pero ¿no andaba en eso? La cuestión es que los organizadores le dieron una tarjeta de crédito para gastos. De La Condesa salieron la “diva” y su hermana, Yáñez y la maquillista de Rivera; cuando volvieron, estaban llenitos y con un “voucher” de ¢177.000. Dicen que la gente de la revista contaba hasta 10. Cuando llegó la hora de salir y cumplir con el compromiso por el cual Angélica y el resto de sus colegas vinieron, ella dijo que se sentía mal y que no iba ni a la alfombra roja ni a la fiesta, y no fue. Pero, entonces, ¿a qué vino la estrellita? A “comer” con Yáñez y quejarse de todo. Por cierto, parece que ella y Eduardo se fueron ayer a comer al hotel Four Seasons.

Yáñez, otro divo

Pero el novelón no se queda ahí. Un allegado a la producción nos contó que Eduardo Yáñez, quien volvió a los “culebrones” tras hacer papeles casi de extra en Hollywood, quería que lo cambiaran de hotel porque consideraba que La Condesa no estaba a su altura. ¿Perdón? Él será el único, porque ni Ricky Martin ni Cerati, entre muchas otras verdaderas estrellas, se han quejado nunca del hotel.