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 Vivir H O Y Domingo 18 de noviembre, 2007, San José, Costa Rica.
   

Mucho cuidado con el dolor

Es difícil de entender, algunos disfrutan que les hagan daño

Carmen Aybar

Psicóloga con estudios en sexualidad humana

En este tema –tan desconocido para algunos y tan conocido para muchos– comenzaremos por definir qué es sadomasoquismo en la sexualidad humana: Consiste en sentir placer sexual cuando la persona recibe algún estímulo que provoca sentir alguna forma de dolor físico en su cuerpo mientras experimenta la sexualidad, ya sea acompañado o no.

¿Tiene dudas?

Envíe sus consultas a la experta Carmen Aybar en aldia.co.cr o a la dirección de correo electrónico: carmenaybarg@gmail.com

Cuando usted lector se encuentra con esta información puede pensar que es una locura y que puede haber muy pocas personas practicándolo, pero quiero decirle que esto no es así: tiene muchos adeptos.

Es una práctica muy diversa y podría ir desde lo más sencillo, como estar en una cama amarrado (o amarrada), con los ojos vendados, hasta usar látigos autopunitivos o pedirle a la pareja que los utilice con él. Finalmente puede aplicarse cera de candelas en los pezones o bien mordiscos que pueden llegar a causar heridas.

El sadomasoquismo pasa también por usar un vestuario que no es necesariamente erótico, como el que se tiene en la mente. En fin, son un sinnúmero de conductas y materiales que se utilizan para provocar placer sexual por medio de ellos y propinadas por una pareja o una persona a la que se le paga por acompañar al sadomasoquista y jugar el rol de propiciar el comportamiento, para que el sadomasoquista solo reciba el placer sexual por medio de lo que se le está practicando.

Lo más frecuente es que la mujer sea vendada con tela negra y amarrada a la cama para que no se pueda mover. En esas condiciones recibe caricias en todo su cuerpo, y sin moverse tiene que soportarlas, pues obviamente tendrá movimientos pélvicos incontrolables que son gozosos tanto para él (ella) que recibe como para él (ella ) que lo provee.

Variedad

Este viene a ser un interesante tema porque es otra forma de sexualidad, una vez más son los factores psicológicos los que determinan el placer sexual. Recuerde, la sexualidad es una vivencia subjetiva y lo que es placer para usted no necesariamente lo es para el otra (a).

Es difícil entender cómo algunas personas pueden sentir placer sexual si se les practica una serie de golpes en la espalda con látigos (que por cierto han sido confeccionados para esa práctica) que incluso pueden dejar hasta marcas y no les importa: lo que quieren es sentir placer.

Obviamente estas prácticas dejan señas en la piel y para quienes lo practican son casi como un trofeo del tipo de placer sexual que la persona es capaz de sentir.

¿Extraño no? Pero así es la conducta humana: algunas personas requieren de autolatigarse para demostrarse a sí mismos y a otros hasta dónde puede llegar su placer. Y además, se sienten orgullosos de que así sea.

Para los sexólogos y los investigadores de la conducta humana, estas experiencias tienen mucho que ver con la autoestima de la persona, y también con los antecedentes familiares.

Generalmente los sadomasoquistas provienen de una familia disfuncional en la que la afectividad no ha sido expresada por medio del contacto físico y la ternura y tampoco se le han utilizado las expresiones de afecto verbal para que la persona tenga conciencia de la afectividad.

Creo que brindar más detalles sobre esta práctica llega a convertirse en algo morboso, por lo que el tema se dejará hasta aquí.

Aspiramos que al tener clara esta conducta los lectores puedan ampliar su conocimiento sobre tantas formas de sexualidad.

Foto: 1801255

BYRON MORENO

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