Observadoras recorren Guanacaste

Liberia.- El sol empezaba a calentar cuando tres jóvenes, una suiza, una brasileña y una colombiana, se despidieron en Liberia con destinos diferentes a los más variados rincones de Guanacaste.

¡¿Y?! Su viaje no sería nada extraordinario, en una provincia cada vez más llena de turistas y acostumbrada a las extranjeras, de no ser porque en sus chalecos en vez de un ¡Pura vida Costa Rica! decían OEA.

En sus carpetas estas tres mujeres no llevaban variadas ofertas de “tours”, sino documentos, guías y formularios para seguir de cerca el proceso del referendo en la pampa.

Iban rumbo a Cañas, La Cruz, Nicoya y de paso por diferentes cantones a encontrarse con el proceso electoral, el primer referendo en Costa Rica.

Para esto, la OEA envió 80 observadores provenientes de 13 países, repartidos por todo el territorio tico, según nos cuenta la brasileña Ana Borges, destinada a Guanacaste junto a la colombiana Jéssica Benítez y la suiza Doris Walchli.

Apenas la noche anterior habían llegado a Liberia y se disponían a involucrarse de lleno en la votación hoy. Lo observarán todo, desde el manejo de papeletas hasta la presencia de delegados en las mesas, desde la presencia del recinto secreto en cada urna hasta el transcurrir normal del conteo.

“También queremos hablar con la gente”, conocer de cerca cómo lo vive el pueblo.

A juzgar por la víspera, quizás no encuentren mucha efervescencia, aunque sí un pueblo metido de lleno en una votación.

Encontrarán personas como don Rolando Baldioceda, un ganadero que se quitará sus botas de hule para servir de miembro de mesa del “No”, pese a reconocer virtudes en el TLC.

“El TLC trae beneficios, ¿pero a qué costos?” señala, convencido de que “habrá más trabajo, pero aumentarán las diferencias entre los que más tienen y los que menos tienen”.