Así es la vida

Los regalos de Navidad

La semana pasada les comentaba cómo la Navidad ahora “nos ataca” despiadadamente desde setiembre.

Pues bien. Como es probable que ya usted haya sucumbido ante el bombardeo que lo lleva a la tentación de comenzar a comprar los “cariñitos” de Navidad, le voy a dar algunos consejos sobre este apartado.

Hay regalos que simple y sencillamente deberían estar prohibidos por varias razones: Por polos, por inútiles y por aburridos.

Comencemos con la lista:

Caja de galletas surtidas. ¡Ojalá añejas!

Set de jabones. Aparte de aburrido, suena como a “filazo”.

Set de desodorantes. IDEM

Caja de pañuelos. ¿Los conoce? Vienen “de a tres”. No regale eso nunca, por favor.

Juego de calzoncillos. Aunque su marido tenga huecos en los calzones, no le regale semejante cosa. Lo mismo se aplica para las medias (también incluye a las tangas)

Tratamiento para la obesidad. Por favor no, es un regalo pesado.

El último disco de Jerry Rivera, de Pandora, o de Pablo Ruiz. Y la lista sigue. pero el espacio se nos acabó.

De cualquier manera, regale lo que usted quiera, lo que le nazca del corazón. La Navidad no es un asunto de regalos, sino de algo más íntimo y espiritual. Es un tiempo de reflexión, de renovación y, sobre todo, de amor. Ese es el mejor regalo que usted puede dar y darse a usted mismo.