El brasileño dice que nunca ha sido de andar de fiesta en fiesta

Batata: “Me gusta hacer bromas”

Le agradan las mujeres rubias. Y destaca la belleza de “París y de Costa Rica”

Alajuela. - Después de vivir en países como Francia, Japón y Portugal, “donde la gente es muy fría, veo el cambio que hay acá”.

Rodrigo Pinheiro “Batata” está feliz en nuestro país, un “paraíso” que apenas está descubriendo, y que afirma “me encanta”.

“De Costa Rica me ha gustado que hay mucho verde”, trata de explicar “Batata”, en un español que domina bien, pero con un acento muy brasileño.

“Batata”, que llegó el pasado 29 de agosto al país con el objetivo de convertirse en el volante creativo de Liga Deportiva Alajuelense, cuenta sus gustos y un poco más.

¿Qué ha podido conocer de Costa Rica?

No mucho, pero me agrada bastante su naturaleza y la tranquilidad, porque desde cualquier lugar se pueden ver montañas y mucho verde. Además me ha gustado la personalidad de la gente, el trato que te dan es muy bueno.

¿Y ya probó el gallo pinto?

No lo he probado, pero sé lo que es, porque en Brasil comemos mucho arroz y frijoles.

¿Cómo pasa el tiempo en un país que conoce poco?

Me la paso en la computadora, jugando solitario. Además veo películas, en especial de Denzel Washington.

¿Música?

Me encanta. Podría decir que me agrada mucho Mariah Carey.

¿La música de ella, o ella?

Bueno las dos cosas, pero más por la música que ella canta.

Ya que lo menciona, ¿qué tipo de mujeres le agradan?

Todas las mujeres son lindas, pero las rubias me agradan más.

Entre las mujeres de Brasil y Costa Rica, ¿cuáles prefiere?

La belleza está en todas partes, no puedo escoger, las bellezas son diferentes, aunque como en Brasil hay tanta gente, son más las mujeres que se ven.

¿Cómo se define?

Tranquilísimo. Siempre he sido tranquilo, no era de andar de fiesta en fiesta, ni con muchas mujeres. Me adapto fácil, hago amistades rápidamente y lo que más me gusta es bromear, para reír.

¿Cómo era de niño?

Cuando era niño me divertía mucho, jugando fútbol y haciendo travesuras, y en la juventud me volví un poco tímido, pero otra vez eso ha cambiado poco a poco.

Además de jugar fútbol, ¿qué más hacía en su niñez?

Me gustaba mucho jugar con bolinchas y papalotes.

¿Cómo le fue con los estudios?

Fui a escuela y colegio. Por andar viajando nunca fui a la universidad. Yo salí por primera vez de mi casa a los 17 años, para ir a jugar a Japón.

¿Desde pequeño sabía que se iba a dedicar al fútbol?

No es que soñaba con ser futbolista, porque como en Brasil hay tantos jugadores, pero al menos sabía que lo iba a intentar.

¿Y cómo le llegó ese deseo de querer intentarlo?

Es que mi papá y mi tío fueron grandes jugadores, mi papá estuvo en el Santos F.C. (Brasil) y en el América (México). Ellos me llevaban a los entrenamientos y a mí me empezó a gustar. A los 7 años me inscribieron en el Paraná Club.

¿Y a su familia le agradó su decisión?

Claro, ellos me apoyaron. Mi familia es grande, tengo 4 hermanos (tres mujeres y un hombre) y ninguno juega fútbol, yo soy el único.

¿Qué es lo que más disfruta en la vida?

Estar con mi esposa y mi hija, aunque en estos momentos no están conmigo. Y me gusta conocer diferentes lugares.

¿Cuál ha sido el lugar más lindo en el que ha estado?

Por belleza París y Costa Rica, claro. Y por tranquilidad Japón.

Parece que la tranquilidad es algo que usted valora mucho, ¿qué más le agrada?

La tranquilidad es lo primordial, pero además, el amor. Es el mejor sentimiento del mundo, porque todas las cosas que haces las debes hacer con amor.

¿Y el peor sentimiento?

El odio, porque te hace pasar malos ratos.

¿Si pudiera cambiar algo en el mundo qué sería?

Que toda la humanidad tenga que comer. A veces uno reclama por lo que se come y en países como África, no tienen que comer.

¿Cómo se ve en cinco años?

Quiero seguir creciendo, y creo que ligado al fútbol, como jugador, entrenador o asistente.

Tres momentos de infarto Bien acompañado. Leonardo Martins, “Zada”, el otro brasileño que llegó a la Liga, vivió con “Batata” los primeros días de ambos en el país. Ahora “Zada” está con su familia en otra casa. Se la juega en la cocina. Aunque no es su pasatiempo favorito, “Batata” se defiende en la cocina. “Lo que más me gusta es cocinar pastas”, dice el carioca. Lejos de su familia. Aunque están lejos, “Batata” recuerda todo el tiempo a su hija de cuatro años, a quien mira en la foto.

“Mi esposa está con la tesis” “Zada” se cambió de casa, pues su esposa vino al país para quedarse con él. “Batata” espera lo mismo. Diana Chaves Su hija y su esposa son el mayor apoyo para “Batata”. Ahora no está con ellas, pero espera que vengan pronto. “Mi esposa está sacando una tesis en la universidad por lo que no puede venir, pero espero que en noviembre venga”, dijo el brasileño. Pero, “gracias a la tecnología todos los días nos comunicamos por internet”, comentó el jugador. Durante los primeros días en el país, “Batata” no estuvo tan solo, pues “Zada” vivió con él hasta hace 15 días, cuando Leonardo Martins se cambió de casa. “Con “Batata” me llevo muy bien, conversamos mucho. Un par de veces visitamos los centros comerciales”, comentó “Zada”. El pequeño volante señaló además que no se ha sentido solo, pues “en el apartamento del lado vive Luis Lara. Además, en el equipo me tratan bien. Con Cristian Oviedo bromeo mucho”.