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 Vivir H O Y Domingo 28 de octubre, 2007, San José, Costa Rica.
   

Corazón partío

¡Él es como mi hijo!

Tengo 26 años. Me casé a los 18 años y tengo una hija de tres. Mi problema es el siguiente: me siento muy sola e incomprendida. Mi matrimonio al principio fue normal, pero después que naciera mi hija todo cambió. Estoy cansada de hacer y preocuparme yo de todas las cosas. Mi marido es como si fuera mi hijo y yo como persona necesito cariño de hombre, no que den plata nada más. Discutimos mucho por cosas cotidianas, ya no tenemos comunicación y creo que nunca la tuvimos. He estado separada dos veces, pero he vuelto porque pensé que cambiaría y no fue así. Él no lucha por nada, todo le da lo mismo. Ya estoy cansada de hacer todo yo sola y no tener un compañero a quien contarle mis penas y mis alegrías. Ahora sí debo tomar una decisión, pero no sé si será la correcta. Yo me siento mal, no le cuento a nadie mis problemas y necesito ayuda.

Desesperada

corazonpartio@aldia.co.cr o llame a Beatriz Puerta al 282-3097.

Es duro tomar esa decisión y como digo en ocasiones, y más cuando hay niños. Si ya lo has hablado, si ya lo has intentado ¿para qué estar? Las mujeres cuando nos casamos cometemos el error de quedarnos en casa para encargarnos de todas las tareas y después de los hijos. Llega la monotonía, y nos sentimos de que no valemos para nada, de que nadie agradece ni admira lo que hacemos. Ellos se acomodan y piensan que es nuestra obligación, que ellos traen el dinero y ya cumplieron. Piensa que puede haber otra oportunidad, si no eres feliz ¿Por qué perderla? ¿Le amas tú? Piénsalo bien porque es la manera de no arrepentirte. Por ahí dicen que los hombres cuando buscan a su esposa siempre buscan a alguien que se parezca a su madre, o al menos que se comporte como ella. Eso ellos lo hacen sin pensarlo, pero además de casarse con la mujer que aman, siempre buscan a alguien que los cuide, los chinee y los atienda como lo hacia su madre. Por supuesto que eso depende de cada mujer, hay que hacerles entender que hombres y mujeres somos iguales y que cuando nos casamos, ambos tenemos los mismos derechos y deberes. Además, él le tiene que dar el ejemplo a su hija y saberse comportar. Habla con él y aclara las cosas, él te tiene que escuchar, y si no lo hace, lleva a cabo tu decisión.

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