|
Especial
¡Cómo han crecido!
Cuatro modelos sacaron del baúl de los recuerdos los líos en que se metieron cuando eran pequeñas Allan Andino
Sus compañeros de la escuela se deben de estar jalando los pelos cada vez que las recuerdan. Esa niñita inofensiva que tenían en clase y que tal vez pasaba molestando, se convirtió en un mujerón.
Hoy en el Día del Niño, cuatro modelos recordaron su infancia y la compartieron con nosotros entre “tortas”, caídas, peleas con los hermanos y berrinches.
Gipsy Montoya
 |
Gipsy Montoya
La modelo de 24 años quería ser veterinaria. Maquillaje: David Calvo / foto: Manuel Vega.
|
La bella exATD cuenta que era muy buena para irritar a sus papás. Primero porque era medio contestona –lo cual le mereció sus fuertes nalgadas– y segundo, porque se accidentaba con facilidad.
“Andaba con mi primo en ‘bici’, yo iba en barra. Recuerdo que veníamos de la pulpería y como mi casa queda en una bajada, perdimos el control y pegamos contra el carro de la casa. Nos regañaron porque le quebramos el ‘búmper’”, dijo entre risas.
Pamela Alfaro
 |
Cuando creciera la chica ¡E! decía que quería ser cantante.
Cortesía, Pamela Alfaro
|
Esta seductora morena es la experta de su barrio en tocar timbres y salir corriendo.
Si hay algo que no olvida de su infancia es que hasta la fecha no le perdona a su maestra de cuarto grado el hecho de que le haya matado la ilusión de la existencia de San Nicolás.
“Nos dijo: ‘Necesito que me hagan un ensayo de qué sintieron cuando se dieron cuenta que Santa no existe’. Y solo una compañera y yo nos pusimos a llorar”.
 |
De pequeña “Leo”, quería ser bailarina clásica. En la foto con su hermano Andrés
Esteban Dato
|
Leonora Jiménez
Los raspones y moretes eran el mejor atuendo para esta bella modelo internacional.
Aunque asegura que no era del grupo de las berrincheras, de su boca dice que “generalmente me salía con la mía”.
La travesura más grande que reveló, fue cuando por un antojo, la castigaron por un incidente con los aretes de su mamá.
“Una vez quería comprarme unos meneítos y agarré unos aretes de mi mamá y los fui a vender a una vecina. Lo que no sabía era que eran de perlas negras, y los vendí en 50 pesos. Mi mamá casi me mata”, comentó “Leo”.
July Castillo
 |
July decía que más grande quería entrar al periodismo. Foto: Roger Benavides
|
La guapa finalista del último Miss Hawaian Tropic era bastante extrovertida.
En su época escolar, se divertía poniéndole tachuelas a las niñas “juega de vivas” de su clase. No nos extraña por qué la apodaran “La chapu”.
Como todo pequeño, no podía faltar el típico intercambio de “caricias” con su hermana mayor.
“De chamaquillas nos peleamos por un regalo, eran unos zapatos y le di tan fuerte que ella como que se desvaneció. Vieras qué susto”, terminó la rubia.
|
