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Vivian Campos
Ella tiene saborcito
Le gusta improvisar en la cocina y sorprender a su pareja Mauricio Hoffman Neyssa Calvo Achoy
Dice el viejo refrán que la práctica hace al maestro y parece que a Vivian Campos le ha dado buen resultado en la cocina.
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“No sigo mucho las recetas, me gusta más improvisar y agregar un poquito de todo”
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La modelo del programa Sábado Feliz confiesa que tuvo que ponerse el sombrero de chef cuando comenzó a convivir con el animador de “tele” Mauricio Hoffman.
En cuatro años de unión sentimental, cuenta Campos, preparan el menú juntos y casi siempre se inclinan por las pastas, de preferencia con el sabor que le dan las recetas italianas.
Sonriendo dice la modelo que le gusta hacer de todo un poco, pues igual se aventura en la cocina haciendo un gallo pinto, sopitas o espaguetti, pero especialmente disfruta hacer lasaña con carne molida y salsa de tomate.
Eso sí, cuando deciden (ella y Mauricio) quedarse en casa a cocinar, compran justo lo necesario. Esto porque al ser dos y con horarios de trabajo extensos, no saben cuándo habrá comidita casera y si compran mucho alimento este podría descomponerse con facilidad, reconoce Vivian.
También echan mano de las cosas que sean sencillas de preparar, como pescado o pollo, pues no son muy amigos de la carne roja. Básicamente, es por el interés de cuidar la salud.
El tiempo le ha enseñado a esta modelo que el buen sabor en la cocina se lo dan también las especias como la albahaca, el romero y el laurel, cuando se necesita adobar una carne.
Asegura que los recetarios son buenos, pero muchas veces se dan sorpresas jugando con lo que se tiene a la mano. Es decir, con un poquito de aquello y otro poquito de allá.
No tiene miramientos en explicar que por el corre corre diario se vale de todos los recursos para cocinar rápido y sentarse pronto a la mesa.
“Yo no me complico la vida, soy muy práctica y si necesito preparar una salsa de tomate, por ejemplo, voy y la compro”, comentó Campos.
Claro, a esa salsa enlatada le pone su toque personal, ya sea con unas cuantas especies como pimienta, ajo y otros condimentos, secretos que aprendió leyendo revistas de cocina o de su mamá.
Generalmente, dice que pasa probando lo que va cocinando, al punto que cuando se sienta a la mesa, llega con el estómago casi lleno.
Y cuando se trata de postres confiesa ser la golosa de la casa. Por eso, cuando se antoja de algún dulce lo hace, pero en muy poca cantidad para no caer en el desperdicio.
Los flanes, por ejemplo, la sacan rápido del antojo, pues los prepara en un santiamén.
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Pan batido
1 taza de azúcar
2 huevos
1 taza y media de harina
3 cucharaditas de polvo de hornear
1 taza de leche
1/2 cucharadita de vainilla
Preparación: Bata la margarina con el azúcar hasta que tome un color amarillento. Luego agregue los huevos uno a uno y continúe batiendo. Después combine la harina con el polvo de hornear aparte y luego incorpore a la mezcla alternando con la leche. Recuerde siempre empezar y terminar con los ingredientes secos. Por último, añada la vainilla y deposite la mezcla en un molde engrasado y enharinado, aproximadamente de unos 22 centímetros de lado. Precaliente el horno a 350 grados Fahrenheit y hornee por 30 minutos o hasta que al introducir un cuchillo en el pan este salga limpio. Deje enfriar, saque del molde y parta en tajadas.
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