Lola, érase una vez, telenovela

Otro cuento de hadas

Lola es una moderna “Cenicienta” que no espera a que un hada madrina le arregle la vida con una varita mágica

Como otro cuento de hadas, llega hasta la pantalla chica de los costarricenses la telenovela, “Lola, érase una vez”, con una versión muy similar al clásico de la Cenicienta.

La protagonista de esta historia es Eliza González, quién hace el papel de Lola, una joven huérfana que llega a la mansión de los Von Ferdinand como asistente de la institutriz. Ahí se gana el cariño y la confianza de los “diablillos” que tiene que atender: Otto de 8 años, Boris de 12, Marion de 14 y los gemelos Archie y Marcus, de 17 años.

Su carácter alegre influirá en sus pupilos y les abrirá las puertas al mundo real y a la música. “El personaje lo tengo bien amarrado porque así soy yo, como Lola llena de sueños, de dinamismo, con ganas de encontrar el amor”, aseguró González. Está telenovela que se estrenó en nuestro país el pasado 10 de setiembre, será según Pedro Damián, productor a cargo del proyecto, la versión mexicana de su antecesora argentina Floricienta.

Además, con ella la cadena mexicana Televisa espera llegar al mercado juvenil que, al parecer, tenía un vacío tras finalizar el espacio de la popular telenovela “Rebelde”.

En declaraciones publicadas al diario Excelsior, en México, Damián explicó que alrededor de la historia de Lola hay toda una campaña de mercadotecnia y publicidad similar a la que se hizo con los chicos de Rebelde. Es decir, crear un grupo musical, vender discos, una línea de ropa, muñecas y accesorios con la intención de que los jóvenes adopten la imagen de Lola.

Ella es una chica como tantas de su edad, que busca superar la muerte de sus padres, le gusta relacionarse con sus amigos y no espera que su hada madrina aparezca para alcanzar sus sueños.

El príncipe del cuento es Alexander, el mayor de los Von Ferdinand, y cuyo papel está a cargo del actor Aarón Díaz. Y uno de sus hermanos (en la telenovela) es el actor puertorriqueño Derrick James, que se destacó como Santos en la novela Rebelde.

Y la bruja malvada, que nunca falta en un cuento de hadas, es Montserrat (Lorena Herrera), la madrina de Alexánder, y quién hará hasta lo imposible por casarlo con su hija mayor, Carlota. Por supuesto, para apoderarse de la fortuna de los Von Ferdinand.

Entre brincos y saltos esta producción tiene mucha semejanza con Cenicienta, aunque es mejor no perder el hilo para saber si al final el príncipe encuentra a la dueña de la zapatilla de cristal.