Viernes 4 de abril de 2008, San José, Costa Rica
Nacionales | Investigaciones de Colombia
Guerrilla intentó abrir clínica aquí
Rastreos a Rodrigo Granda y Hernando Vanegas, dos piezas claves de los insurgentes
  • AlDia.co.cr
    Rodrigo Granda, “Canciller” de las FARC, tras ser capturado en Caracas en diciembre del 2004.
  • AlDia.co.cr
    En San José con la guerrillera Nubia Calderón. Noviembre del 2001
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    En el aeropuerto Santamaría con Hernando Vanegas. Noviembre del 2001

Información: Ronny Rojas, Mónica Gómez, Alexander Ramírez y Edgar Fonseca
ronnyrojas@aldia.co.cr

Bogotá. - Las guerrillas marxistas de las FARC de Colombia exploraron en el 2001 establecer “una clínica” en el país, según informes en poder de autoridades colombianas.

Las investigaciones vinculan en ese plan a Rodrigo Granda, el denominado “Canciller” de las Farc, y al médico Hernando Vanegas, sospechoso de ser contacto de ese grupo insurgente aquí.

Según las pesquisas, sindicalistas costarricenses habrían mostrado interés en el proyecto de la clínica, lo cual fue rechazado ayer por dos dirigentes consultados en San José.

Los agentes de las Farc también hicieron averiguaciones para adquirir aquí un conector de radiocomunicaciones de acceso a una red privada de su organización por medio de Internet.

Para los investigadores, Granda --quien intentó en el 2000 montar una base de operaciones del grupo guerrillero en el país-- posiblemente pretendía adquirir el equipo para tener comunicaciones seguras entre cabecillas de la Comisión Internacional de las Farc o para el acceso remoto al servidor central en que se ubica el sitio web de la organización en Suecia.

Noviembre 2001

Las informaciones se basan en un encuentro que Granda y Vanegas tuvieron en San José en noviembre del 2001 en el que, además, se dio la revisión de cuentas y gastos del “Comité de Apoyo de las Farc en Costa Rica”.

Vanegas le entregó a Granda una “planilla de gastos” correspondiente a los meses de julio, agosto, setiembre y noviembre del 2001, en los que se manejaron entre 3000 y 5000 dólares para alimentación, propaganda, comunicaciones (Internet, llamadas telefónicas) y dotación.

En una segunda visita de Granda al país, en diciembre de ese año, hubo un encuentro de él, su esposa Yamile Restrepo Londoño, Vanegas y una persona no identificada que les dio un maletín que las autoridades sospechan contenía dinero.

A consultas de este enviado, las autoridades de inteligencia de Colombia se mostraron herméticas sobre los vínculos de las Farc en el país, pero fuentes fidedignas confirmaron que cuentan con información.

Las pesquisas se fortalecieron en el 2004, tras la captura de Granda en Venezuela y el decomiso de su agenda personal, cuyos datos evidenciaron los ligámenes entre las Farc y gente en Costa Rica.

La vicepresidenta Laura Chinchilla, el canciller Bruno Stagno y el fiscal Francisco Dall’Anese viajan hoy a Bogotá a recabar información.

El Ministerio Público informó anoche que Dall’Anese no es miembro de la Comisión de Alto Nivel integrada por el Poder Ejecutivo para llevar a cabo la investigación política sobre la presencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en Costa Rica.

El Fiscal, según un comunicado emitido anoche con carácter de urgente, fue invitado por esta comisión al viaje oficial hacia Colombia, “para evitar que la investigación política a cargo de esta comisión no afecte las eventuales investigaciones judiciales que de los hechos, podría realizar el Ministerio Público”.

La clínica

Rodrigo Granda, conocido también por el alias de “Ricardo González”, ingresó al país en noviembre y diciembre del 2001. En la estadía de noviembre salió a relucir el tema de la posible instalación de la clínica del grupo insurgente, calificado como terrorista por los Estados Unidos.

Granda llegó el 1 de noviembre 2001 y salió el 16 del mismo mes. Se reunió con su amigo, el médico Vanegas Toloza alias “Salvador”, con una mujer identificada como Nubia Calderón de Trujillo, alias “Esperanza” y con Álvaro Leyva, político colombiano quien vivió refugiado en el país, y sirvió de enlace en las negociaciones de paz con Colombia y las Farc.

En una conversación con el médico Vanegas, se planteó el proyecto de la clínica.

Según las investigaciones, alias “Salvador”, como se conocía a Vanegas, informó que Jorge Arguedas y algunos sindicalistas de la CMTC, supuestamente mostraron interés en el proyecto de una clínica.

Arguedas, dirigente sindical del ICE y exaspirante a diputado del PAC, quien ha confirmado su amistad con Vanegas, fue consultado ayer por Al Día y negó que este le hubiese planteado en algún momento lo de la clínica.

“No nada de eso, nunca. A Hernando Vanegas lo conocí aquí trabajando en el hospital San Juan Dios porque él le salvó la vida a mi hijo. Nunca me enteré de esa cuestión. Lo que sí creo es que esto es un montaje de la Embajada de Estados Unidos”, dijo Arguedas.

Dennis Cabezas, presidente de la Central del Movimiento de Trabajadores Costarricense (CMTC), negó conocer a Vanegas ni haber sido enterado en su organización de una propuesta como la de la clínica.

“Nunca hablamos de eso. Tuve contactos con compañeros colombianos pero eran de Telecom, una organización de telecomunicaciones que nos visitaron en el país. Si hubiera habido algún encuentro con un proyecto de esa naturaleza, yo hubiera tenido que estar enterado y jamás. Eso no. En la CMTC nunca se propició algún encuentro con las Farc. De eso estoy totalmente claro”.

Algo modesto

A la propuesta de la clínica, Granda recomendó realizar cuidadosamente los análisis y evaluaciones a la espera de la aprobación, posiblemente del secretariado de las Farc en Colombia.

No mostró premura pues estimó conveniente empezar con algo modesto a manera de “cobertura” para ir expandiéndose poco a poco.

Vanegas dijo que estaba pidiendo la asesoría de un médico del hospital San Juan de Dios que fue “docente” de él a quien le hizo ver que el proyecto de la clínica iba a ser financiado “por europeos para encubrir que se trataba de dineros de las Farc”.

Entre las opciones valoradas por el grupo figuraron la vinculación con otros proyectos que ya se encontraban en curso, el alquiler y modificación de un inmueble para la clínica, la compra o permuta de un lote para construcción o la negociación de una clínica de Desamparados, propiedad de ciudadanos rusos que pensaban abandonar Costa Rica.

Esmeraldas y almacén

En aquella oportunidad Granda también adiestró a su acompañante, Nubia Calderón Iñiguez, en el uso de correo electrónico y manejo de herramientas de encriptación para comunicaciones. Las autoridades sostienen que Granda mantenía una relación sentimental con esa mujer, alias “Esperanza”.

Las autoridades supieron, además, que Granda estaba involucrado activamente en el negocio de las esmeraldas en Bogotá con un abogado y contador, con quién instaló una empresa o establecimiento comercial de esmeraldas en Cancún (México) y realizó varios viajes a Europa antes, para la posible venta de las piedras preciosas.

Además mostró interés en un proyecto de cadena de almacenes en Venezuela que, estimaba, sería bastante rentable.

Los nexos

“Raúl Reyes”, portavoz del grupo rebelde, quien murió hace un mes al ser bombardeado su campamento en Ecuador dijo a La Nación en el 2000, que vivió en Costa Rica en “misión clandestina” de febrero a junio de 1998 con conocimiento y autorización gubernamental.

“Reyes” no escatimó elogios, en aquel momento, al expresidente Figueres Olsen en cuya administración (94-98), dijo, las Farc contaron con espacio para desarrollar labor política. También agradeció a los expresidentes Carazo, Calderón y Arias.

Granda trató de establecer una base de operaciones aquí luego de que el entonces presidente Vicente Fox de México, expulsó a las Farc. Su gestión, planteada ante el entonces ministro de Seguridad Rogelio Ramos, fue rechazada. Desde noviembre del 2001 era seguido por autoridades costarricenses y se presume que está escondido en Venezuela.

Vanegas vivió aquí como refugiado de 1997 a 2005 cuando salió apresuradamente protegido por Acnur ante el temor de ser detenido por la policía colombiana, como le ocurrió a su amigo Granda en Caracas en diciembre del 2004, según dijo en una entrevista divulgada en Internet. Hoy vive en Suecia, donde la policía colombiana lo sindica como uno de los “embajadores” de las Farc.

Un dato, extraído de uno de los computadores de Reyes, alertó a las autoridades sobre la existencia de una caja fuerte con $480 mil de las Farc en la casa de los académicos Francisco Gutiérrez y Cruz Prado en barrio Jesús de Santa Bárbara de Heredia.

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