Allan Andino
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Doce años pasaron para que Venezuela volviera a ser la referente de la belleza mundial, desde aquel viejo recuerdo de Alicia Machado, en 1996.

Ahora, a un mes y cuatro días de haberse coronado Miss Universo en Vietnam, Dayana Mendoza cautivó con su figura e intensos ojos verdes al planeta, poniendo fin a la sequía de títulos en su país.

Desde las oficinas del máximo certamen en Nueva York, la espectacular caraqueña de 22 años y 1,76 metros, compartió con VIP su triunfo y demostró que más allá del físico, su principal virtud es la sencillez.

Ahora como la nueva Miss Universo, ¿A qué no se ha podido acostumbrar?

Pues todavía no caigo en cuenta de que gané, no lo asimilo aún. Imagínate que Riyo (Mori, la miss Universo 2007) me entregó la corona y todavía no se había dado cuenta que había sido Miss Universo. El cambio más drástico es venir a vivir a Nueva York.

Descríbame, ¿cómo es su apartamento?

Bueno, es el piso 14. Entras a la casa, a mano derecha está la sala, pasas el comedor, a la izquierda está la cocina. Luego hay un pasillo donde están las habitaciones (allí viven Miss EE. UU. y Miss Teen EE. UU.), la mía está al fondo.

Cuenta con un salario mensual ¿verdad?

Sí, el cual no lo sé todavía porque no he tenido la reunión con Paula Shugart, presidenta del concurso.

¿Cómo es Donald Trump?

Es bien simpático, es un señor bien respetable, amigable. Me dice: “Te vi en las entrevistas, lo estás haciendo muy bien, estoy contento, satisfecho con las dos finalistas. Me gustaron bastante”. Fue muy corto en realidad.

¿Tiene guardaespaldas?

A veces sí, a veces no. Hay ocasiones en que no son necesarios. Tengo dos. Depende del sitio a donde vaya, si va a estar muy lleno de gente... dos. Pero siempre ando con alguien de la organización.

¿Qué significado tiene hacer lo que sus antecesoras no lograron, romper la racha de 12 años sin corona?

Es una victoria para los venezolanos en general, porque este triunfo no es mío solamente, es de todos ellos. Es tener la oportunidad de seguir representándolos en todo el mundo.

En un plano personal...

Personalmente estoy contenta porque después de tanto tiempo, ahora sí hay otra reina y los venezolanos necesitábamos dentro de todo lo que está pasando... como un rayito más de luz. Con respecto a las antecesoras, simplemente digo que el tiempo de Dios es perfecto y que él decide cuándo es el tiempo de cada quién.

Antes nos había dicho que nunca soñó con ser Miss Venezuela...

Sí, no estaba en mis planes.

Y ahora, ¿qué lección le deja todo esto?

Ahora pienso y aprendí que uno no puede decir nunca a las cosas porque te limitas de oportunidades, que no puedes decir no a cosas que todavía no conoces sin probarlas primero. Luego de tres años pensándolo, lo probé y me gustó.

¿Qué diferencia hay en la Dayana con la banda Miss Amazonas a la actual?

¡Ninguna! Sigo siendo la misma, solo que ahora llevo la banda de Miss Universo y Amazonas en el corazón.

¿Cómo se defiende de las críticas que decían por ejemplo que antes de la final la daban favorita?

No me tengo que defender de nada que no puedo controlar. Los asiáticos tenían como favorita a Tailandia y yo no me quejé de eso, más bien le decía lo linda que era. Creo que es frustrante malgastar energías en pensar o quejarse de algo incontrolable. En especifico... nunca hubo preferencias con ninguna chica, la gente tenia sus favoritas y yo respeto esas opiniones.

Algunas reinas estaban descontentas con usted...

Teniendo cosas tan bellas por ver en Vietnam, culturas por aprender, y experiencias espectaculares por disfrutar, no puedo perder mi tiempo quejándome por el favoritismo que tenga el público internacional. Mi energía no está basada en eso, sino, en disfrutar cada día y la oportunidad de vivir la vida, no de ver cuántos autógrafos está firmando la chica de al lado...

¿Cuándo regresa a Venezuela y cómo se imagina ese recibimiento?

En setiembre, estoy contando los días. Todavía no he visto a mi familia. Me tienen todo sorpresa pero me lo imagino con bombos y platillos. Va a estar bien “chévere”. ¡Fiesta, fiesta! (se ríe).

¿Qué es lo que extraña estando tan lejos de casa?

Me hace falta un poquito la comida, las arepitas, la carne mechada que hace mi mami (dice en tono mimado).

Usted mencionó que hablar de operaciones es cómo preguntarle la edad a una mujer...

Sí, es una decisión personal. El problema es cuando alguien se hace una cirugía para querer parecerse a los demás.

En un año su vida ha tenido muchos logros, ¿qué rescata de todo este trayecto?

¡Imagínate qué no rescato! Tengo la oportunidad de poder seguir disfrutando este momento, de celebrarlo con Venezuela, con el mundo entero y ¡Dios mío! gracias a Él. Yo digo que mi misión en la vida tiene que ser muy grande para que me haya puesto en este lugar.

¿Qué cree que le hace falta a Costa Rica para poder avanzar en los concursos?

No sé qué le falta porque no estoy al tanto del entrenamiento. Sin embargo, todo forma parte de la personalidad de la candidata y su desenvolvimiento en el mes de concurso. Trabajando por sus sueños cualquiera puede lograrlo.

El 10 de setiembre entrega corona, ¿qué le dirá a su sucesora venezolana?

Que sea sí misma siempre, que disfrute su momento y trate de hacer amistades... porque ayuda a nutrir el espíritu.