Tomado de El País y agencias

Rafael Vidal, de 30 años, vive en Madrid y es ingeniero en telecomunicaciones. Tenía que coger otro vuelo para pasar tres días de vacaciones en las Islas Canarias. “Uno pronto, por la mañana”, explica su padre, Rafael.

“Pero como estaba lleno, se montó en el de la una de la tarde”, el JK 5022, que se estrelló nada más despegar. Rafa es uno de los 19 supervivientes del accidente.

Lo operaron de una pierna, tiene dos vértebras rotas, magulladuras por todo el cuerpo y un fuerte golpe en los pulmones y está en la Unidad de Ciudados Intensivos del hospital Infanta Sofía.

Rafael le relató a su padre lo ocurrido. “Nada más abandonar tierra, la aeronave dio un bandazo a la izquierda, otro a la derecha, y en ese instante Rafa supo que se iban a estrellar.

Se encogió, como una bola, y esperó a que todo pasara”. Segundos después estaba atrapado en un amasijo de hierros. “Los asientos del avión se habían desprendido y resbalaron hacia delante, aprisionándolo”. Rafa estaba en el lado derecho de la fila 2, en primera clase.

El piloto del avión recorrió al máximo la pista y durante los instantes que el MD-82 estuvo en vuelo no se produjo ningún tipo de fuego en el aparato.

La reconstrucción del momento la hizo el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, una de las pocas personas que pudo ver el video de la autoridad aeroportuaria (AENA).

En la grabación quedó registrado el despegue. Este es el peor accidente aéreo de los últimos 25 años en España, con 153 muertos y 19 heridos.

Según informó el diario “El País” la aeronave se elevó solo unos metros y cayó hacia la derecha. Después de rebotar y avanzar contra el pavimiento, estalló.