Lázaro Malvarez
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En medio de una ola de regresos y combates que pocos imaginaban años atrás, el boxeo intenta superar su mal momento y propinarle un nocaut a otros deportes y espectáculos que golpean su popularidad.

Para llamar la atención, los promotores no se cansan de anunciar el retorno de figuras acabadas como Evander Holyfield y Riddick Bowe, dos abuelos de peso completo que vuelven en busca de una bolsa que los saque de la ruina.

El ucraniano Vitali Klitshcko no está en bancarrota, pero su salida del mundo de los pensionados más que a una situación personal, obedece al interés de los promotores en “cazar” una revancha con el británico Lennox Lewis. Aparte de Óscar de la Hoya y Manny Pacquiao, Joe Calzaghe, Bernard Hopkins, Shane Mosley, Antonio Margarito y Miguel Cotto son los principales animadores del boxeo actual, pero los tres primeros son muy viejos y a los dos últimos les falta popularidad.

En Costa Rica, el panorama es similar. Una reciente encuesta divulgada por el Periódico Al Día coloca al boxeo en el sétimo lugar en la preferencia de los aficionados, detrás del fútbol, la natación, el voleibol, el baloncesto, el atletismo y el tenis. Para muestra, el regreso de Humberto Aranda para boxear, pero en una cartelera de Artes Marciales.