Ileana Vargas
ilvargas@aldia.co.cr
Descendiente de esclavos, hija de negros, abogada, madre de dos niñas y poseedora de una elegancia e inteligencia envidiables, es lo que ha dejado entrever Michelle Obama, la futura primera dama de los Estados Unidos acerca de su vida.
Ella misma se declaró en una entrevista como “una anomalía estadística, no se suponía que una chica negra, criada en el sur de Chicago, lograra llegar hasta aquí”.
Para su sorpresa y para la del mundo entero, cada detalle de su vida, por más común y simple que parezca, será un precedente.
El carácter firme de esta emblemática mujer proviene en buena parte de la herencia, y la otra, de la formación que recibió de sus padres.
La madre de Michelle es ama de casa y, según contó ella en una entrevista, también se encargaba de que hicieran la tarea y no vieran demasiada televisión.
Mientras que su padre, quién murió hace 17 años y padeció desde joven esclerosis múltiple, fue una de sus mayores influencias.
El apoyo que recibió de su familia fue vital para enfrentar los retos y dificultades durante su ingreso en la universidad de Princeton, uno de los centros más famosos en Estados Unidos.
Michelle declaró que su tiempo en la universidad no fue fácil.
En su tesis de doctorado en Princeton, narró que su experiencia allí la hizo ser “más consciente de su negritud”.
“Hiciera lo que hiciera para relacionarme con mis compañeros blancos, siempre sentía que primero me consideraban negra y luego estudiante”, anotó en su trabajo universitario.
A pesar de los obstáculos, Michelle logró graduarse en sociología y estudios afroamericanos. Luego continuó con los estudios en la prestigiosa universidad de Harvard, donde obtuvo el título de abogada.
Con sus títulos profesionales bajo el brazo, dio los primeros pasos en el mundo laboral.
Primero en una empresa privada, luego en una organización pública. Además, fue asistente del Alcalde de Chicago y trabajó en el departamento de planificación y desarrollo.
El último cargo fue el de Vicepresidenta de Relaciones Externas y Labor Comunitaria para la red de hospitales de Chicago, donde recibía el doble del salario que le pagaban a su esposo como senador.
Fue en el bufete de abogados donde Michelle ocupaba un importante puesto que conoció a su esposo, siendo él un joven becado.
Barack insistió varias veces para que Michelle aceptará una invitación.
Pero le robó el corazón cuando la invitó a una de las reuniones que él organizaba en comunidades pobres.
“Barack y yo , como pareja, amigos y amantes, nos complementamos en muchos sentidos. Lo que más me gusta es tener a Barack a mi lado y viceversa, ya sea ver cómo regala una sonrisa o cómo cautiva a su público”, declaró Michelle en la revista Ebony.
Desde 1992, cuando la pareja contrajo matrimonio, hasta la fecha, ha mostrado abiertamente su cariño y la complicidad que gozan.
“Viste para ganar”
La futura Primera Dama de Estados Unidos está en la lista de las mujeres mejor vestidas del mundo.
Las revistas “People” y “Vanity Fair” reconocen por segundo año consecutivo el buen gusto y la elegancia de Michelle.
Ella conoce perfectamente su aspecto físico y le saca el máximo provecho.
Su “look” concuerda con una mujer de 44 años, de caderas anchas y de espalda grande.
Muchos esperan las apariciones públicas de Michelle solo para ver el vestuario que luce.
Su excelente buen vestir ha logrado que la comparen con el ícono de la moda Jackie Kennedy.
Colores fuertes, vestidos a media rodilla, joyas sencillas y cinturones anchos es el estilo que marca la señora Obama.
La locura por parecerse a la futura Primera Dama, ya ha dado sus primeras señales.
Un día después que ella apareciera en el programa televisivo “The View” con un vestido diseñado por Donna Ricco, el traje se agotó en varias tiendas.
Para muchas mujeres Obama se ha convertido en un ejemplo gracias a que logra combinar sus labores domésticas con el trabajo, sin descuidar su imagen.
Los que más han prestado atención en los trajes de Obama son los medios de comunicación.
Según el “Post”, el vestido sin mangas que usó el martes cuando su marido había asegurado la presidencia, fue “una demostración subliminal de fortaleza”.
Mientras que el “Times” ese mismo día tituló “Viste para ganar”.
Sus costosos trajes además de halagos también le han originado fuertes críticas, porque mientras se le pide al mundo entero austeridad, Michelle derrocha el dinero en ropa de diseñadores y perlas.
La Gran Oficina
La familia Obama dejará su casa en Chicago para mudarse a la Casa Blanca el 20 de enero. El principal reto para los cuatro miembros de la familia es tratar de hallar espacio para continuar con una vida “normal”.
“En la primera visita a la Casa Blanca le dije al personal que tendremos que poner barreras porque ellas (sus hijas) seguirán tendiendo sus camas” expresó Michelle en una entrevista difundida por el canal ABC.
Michelle aseguró que su prioridad será ayudar a sus hijas a adaptarse a los cambios. “Mi principal función (como primera dama) seguirá siendo, con toda honestidad, el de madre y asegurarme que en esta transición, que será más intensa para las niñas, ellas tengan una vida estable, ordenada y que sepan que van a seguir siendo el centro de nuestro universo”, manifestó Michelle a la revista Ebony. Según la futura primera dama, la mejor parte de vivir en una casa con 132 habitaciones, 45 baños, una sala de cine, un teatro y unos cuantos lujos más, es que su marido “tendrá una gran oficina en casa”.
Michelle Obama sin lugar a dudas, pasará a la historia por ser una mujer firme, que impone su estilo y no solo por convertirse en la primera dama afroamericana.
“Escoge lo correcto”
“La primera dama Michelle Obama va a revolucionar la moda”, dijo sin titubear Ángel Rafael, artista en maquillaje. Para el experto, la futura primera dama de Estados Unidos se convertirá en un ícono de la moda igual que lo fue Jackie Kennedy.
“Lo bueno de ella es que refleja su seguridad en cada uno de los accesorios y en el traje que usa. A ella nadie le va a decir qué debe usar”, indicó Ángel. El maquillista detalló que las perlas son sus favoritas, resaltan su rostro y son acertadas en cualquier ocasión.
Mientras que los cinturones están “in” y los zapatos bajos, estilo “muñeca” son apropiados para no parecer más alta que su esposo Barack Obama.
El especialista en imagen alabó de la señora Obama el maquillaje natural y las cejas perfectamente trabajadas. “He visto que varía los tonos pero siempre escoge el correcto”, expresó.
Ángel manifestó que cree que ella seguirá derrochando elegancia. “Cuando uno pertenece a una minoría debe trabajar el doble, porque los demás esperan más de uno”, puntualizó el artista en maquillaje.
© 2008. Periódico Al Día. El contenido de aldia.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr.