Isaac Lobo
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Cada vez que su mamá le hace habichuelas con dulce a Víctor “Mambo” Núñez se le viene la sensación de las navidades pasadas a su mente. Es inevitable olvidar aquellas celebraciones en República Dominicana.

Él pasa por una de las mejores épocas y por eso tiene que agradecer mucho a este año que casi dice adiós.

Actualmente Núñez se consolidó como el goleador del Campeonato Nacional y su paso en la Selección va firme y seguro.

¿Cómo conoce el fútbol?

A los 9 años llegué a Costa Rica con mi mamá, quien se casó con un tico. A los 10 años nos pasamos a una casa que tenía a la par una cancha...era bien malo, porque nunca había jugado en República Dominicana.

Si se hubiera quedado allá, ¿sería beisbolista?

No sé si beisbolista, pero sí deportista, porque me encanta hacer ejercicio.

¿Vive todo lo que soñó?

(Ríe) Siempre quise ser sobrecargo de avión pero creo que ya no lo hice. Pero conocí muchos lugares y personas, trabajo en lo que me gusta, aunque me falta mucho por vivir y compartir.

¿Qué conserva de ahí?

Lindos recuerdos. Toda mi familia está allá. Lo que más me dolió dejar fue a mi abuelita.

¿Su corazón está dividido?

Sí, allá pasé cosas muy lindas, pero aquí hice una nueva familia. Y es aquí donde juego fútbol.

¿Viaja mucho allá?

Pocas veces más bien.

¿Por qué mambo y no merengue?

Porque en las canciones de merengue dicen mucho mambo. Un amigo escuchó un tema y me bautizó así. La verdad no me molesta.

¿Qué comida le gusta?

Mi mamá hace habichuelas con dulce. Es delicioso.

¿Qué agüizote tiene?

Si con unos tacos no hago goles, los cambio y no los vuelvo a usar.

¿Cómo es como papá?

Soy muy alcahueta. Me encanta estar con mis hijas, pero extraño mucho a mi hijo mayor, Andrés, que está en San José...lo adoro.