Alemania/DPA.- Durante un juicio por problemas con el alquiler de un apartamento, el tribunal de Colonia sorprendió a todos al llamar al estrado a Clyde, un bulldog macizo americano.
En el proceso, la propietaria de un piso demandó a Ralf Urban, de 33 años, por vivir con un perro a pesar de la prohibición contenida en el contrato de alquiler.
Sin embargo, Urban afirma que Clyde vive con su madre en el piso contiguo. Y ella, Margarethe Urban, de 71 años, tiene un contrato mucho más antiguo que el de él, y que permite tener perros.
El abogado de la propietaria del edificio, Rolf Kussner, pidió que se citara a Clyde para demostrar que el can no hacía caso a las órdenes de la señora y que genera miedo entre los inquilinos.
“No le hizo ni caso. En Laponia estuve cerca de un lobo, pero nunca tuve tanto miedo como de este perro”, dijo.
Pero Urban desmiente la versión del abogado y afirma que “Clyde” acató órdenes de su madre, a pesar de que “estaba muy nervioso por subir al estrado”.
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