David Goldberg J. *
* CortesíaRevista Bienestar.
Para Al Día@aldia.co.cr

Un accidente le cambió la vida, pero poco a poco y contra todos los pronósticos se está recuperando satisfactoriamente.

Ernesto “Lobito” Fonseca sufrió un accidente durante un entrenamiento en Estados Unidos el 7 de marzo del 2006 que le fracturó las cervicales C6 y C7 y lo dejó en silla de ruedas, según los doctores cuadrapléjico, pero sus avances han sido prodigiosos.

Nuevamente, afloró en él las virtudes que lo ubicaron en la élite del motocross mundial. Empezó a superar, con disciplina y paciencia, las expectativas médicas para estar en la actualidad con plena movilidad en los brazos, creciente sensibilidad en sus manos y piernas, que solo le incentivan la esperanza de algún día volver a caminar.

¿Cómo se afronta la realidad que usted vive?

Los que no están cerca no conocen lo que una persona con esta lesión sufre. Por supuesto que lo más difícil ya pasó, que fue cuidados intensivos, pero siempre es duro. Es como una competencia que nunca termina.

¿Cada cuánto percibe una mejoría?

Hay días en que mejoro muchísimo y después paso mucho tiempo en un nivel muy parejo; es impredecible. Conozco personas con la misma lesión y sus avances son totalmente diferentes.

¿Qué ha cambiado en usted?

Conforme pasa el tiempo aprendo más. Yo pensaba retirarme a finales del 2007 ó 2008, pero por alguna razón, que aún no he encontrado, sucedió esto. Sin embargo, sé que todo pasa por algo. Ahora esta es mi situación y sé que tengo que salir adelante.

Alguna vez los doctores desestimaron que podría mejorar tanto, pero usted ha probado lo contrario.

Siento que todavía no he probado nada, pero he mejorado. Con increíble esfuerzo uno logra lo que se propone. Conozco muchas personas que estuvieron en silla de ruedas y ya caminan; esto no puede ser coincidencia. Yo tengo espasmos en las manos y en las piernas; eso quiere decir que el cerebro todavía tiene la capacidad de mandar la señal.

¿Cuáles son esas mejorías?

No tengo motora en los dedos pero tengo mucha más sensibilidad y movimiento en las manos; los brazos sí los puedo mover; tengo control del abdomen, que cuando salí del hospital no tenía. Son pasos pequeños, pero sé que voy a mejorar, ya que la meta es volver a caminar.

¿Cuál es la terapia?

Voy a un lugar especializado para lesiones de espina dorsal, donde hago ejercicios para poder pararme solo. Voy tres veces a la semana, y en casa trabajo con una máquina o en una bicicleta especial.

¿Piensa que puede ser un ejemplo de vida?

Yo no lo tomo desde ese punto de vista. Yo me levanto todos los días y soy la misma persona de siempre, nada más trato de enfrentar esto lo mejor posible.

¿Cuál ha sido el papel de su familia en este proceso?

Mi familia siempre estuvo a mi lado y me dio el apoyo necesario para salir adelante, aunque sé que también ha sido duro para ellos.

PASO A PASO

1 Caída En un entrenamiento (7 marzo 06),“Lobito” saltó un montículo, el impulso no fue suficiente para llegar al siguiente y cayó.

2 El golpe Ernesto se golpeó la cabeza contra el suelo. La torcedura del cuello generó las fracturas en las cervicales C6 y C7.

3 Al quirófano El 9 de marzo del 2006 operaron a Ernesto por primera vez, se le instalan placas de titanio en el pecho y espalda.

4 La salida El 10 de abril del 2006 Fonseca abandona el Hospital Riverside en Los Ángeles (donde fue operado).

5 Terapia “Lobito” inicia su recuperación en el Hospital de Craig, Colorado. Estuvo en Costa Rica y regresó a su casa en Colorado.

“Él nunca se ha afligido”

“Ernesto es un modelo a seguir. Lo que él vive es tan duro y su forma de enfrentarlo es sorprendente”, dice su madre. Archivo.

A pesar de la dura situación que Ernesto Lobito Fonseca vive tras la lesión, la distancia y las dificultades no se interponen entre el amor de una madre y un hijo.

Su mamá, Catalina Rodríguez, lo ha acompañado fielmente a través de todo el proceso y solo tiene palabras de orgullo para el ex piloto.

¿Cada cuánto ve a Ernesto?

A pesar de que vive en Estados Unidos, nos vemos bastante. Si me llama porque necesita algo, yo me voy de inmediato. El año pasado, yo fui unas siete veces y él vino tres. Pero este año, él está enfocado con la terapia.

¿ Qué es lo que más ha necesitado de ustedes?

Ernesto es una persona muy completa, desde pequeño siempre fue muy independiente y autosuficiente, no le gusta molestar. A veces lo que ocupa es compañía, pero dice que no quiere ser una carga; no obstante, nosotros dejaríamos de lado cualquier cosa solo para estar con él.

A lo largo de todo este proceso, ¿cómo ha sido el estado de ánimo de Ernesto?

La actitud y fortaleza de Ernesto es maravillosa. Nunca se ha afligido. Todos los días pienso en la lesión de mi hijo y me siento triste, pero después pienso en como él ha respondido y me tranquiliza.