Brumosos igualaron, pero siguen coleros

Fue un hervidero

Al final Juan Luis Hernández se dijo de todo con un par de aficionados brumosos

Cartago. La “Vieja Metrópoli” estuvo candente y de infarto ayer, de principio a fin, en el empate a uno en el duelo entre Cartaginés y el Brujas.

Les digo eso, no solo por el intenso sol que pegó en la provincia brumosa, o por la buena cantidad de aficionados que se hicieron presente al estadio “Fello” Meza, sino también por lo que se vio en la cancha y fuera de ella.

Cartaginés salió con las revoluciones al tope desde un inicio, corriendo, no dando ninguna pelota por perdida y metiendo pata. Encimó al Brujas por completo en los primeros 20 minutos, creando varias ocasiones para abrir el marcador.

Brujas equilibró el juego y todo lo demás se quedó para la etapa complementaria.

Los brumosos arrancaron igual, a cien por hora y esa entrega le dio réditos cinco minutos después. El argentino Leonardo Ocamica aprovechó primero un mal despeje de Saúl Phillip y un entrevero en el área, para anotar y poner a delirar a todos los blanquiazules.

Las gradas del reducto del Cartaginés eran una pura fiesta, y cómo no, si estaban consiguiendo de momento su tercera victoria en forma seguida.

Sin embargo, Brujas quería lo suyo. Osman López puso la paridad al marcador, y de paso los nervios de punta a los brumosos por el tema del descenso.

Al final el resultado no fue tan malo para Cartago. El punto le sirvió para alcanzar al Santos (26 unidades en la tabla general).

Algunos aficionados al parecer no lo tenían claro, porque al término del partido le empezaron a gritar al técnico Juan Luis Hernández, que no se quedó callado y les respondió. Los demás seguidores sí le dieron su voto de apoyo al timonel y lo ovacionaron.