Christian Campos, corresponsal
Colaboró: Franklin Arroyo
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Bagaces, Guanacaste. Tortugas, caracoles, pizotes, zorros, culebras, roedores y demás animales no pudieron escapar de las llamas que consumieron poco más de 1.100 hectáreas en el Parque Nacional Palo Verde, entre el martes y miércoles pasados.
El siniestro en el parque, ubicado en el Área de Conservación Arenal Tempisque, pudo ser producto de la mano criminal de algunas personas que con chispas de fuego incendiaron el sector.
En un recorrido que hizo Al Día, se pudo comprobar que así como los humanos, ante una desgracia luchan por salvar sus vidas, los animales hacen lo propio, a pesar de sus limitaciones.
Tal es el caso de las tortugas que, por su poca velocidad, fueron presa fácil de las llamas.
Otras, al parecer, intentaron refugiarse en fosas, pero allí murieron quemadas.
Wilfrán Murillo, coordinador del programa de manejo del fuego del Área de Conservación Arenal Tempisque, explicó que otro efecto del incendio es que las aves --las cuales pronto viajarán desde el sur de los Estados Unidos y el norte de México-- no encontrarán sitios seguros cuando lleguen, ni siquiera para anidar sus crías.
Biólogos que visitaron el parque estiman que su recuperación tardará siglos.
El siniestro consumió bosque secundario, charrales, humedales, lagunas estacionales y sabanas.
Pese a los esfuerzos de las autoridades forestales y bomberos, en menos de un mes se han quemado más de 4.500 hectáreas en Palo Verde.
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