Lázaro Malvarez
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El tres veces campeón mundial de boxeo, Alexis Argüello, cambió los puños por las palabras y ahora con la bandera Sandinista espera conseguir los votos necesarios para convertirse en Alcalde de su natal Managua, en las elecciones de este domingo 9 de noviembre.

Cuando intercambiaba golpes sobre el ring le llamaban “el flaco explosivo”. Nicaragua lo eligió como su mejor deportista del siglo XX, premiando así una vida de extremos: de pobre pasó a rico, fue enemigo de los Sandinistas y luego hizo las paces con Daniel Ortega. Tras una gloriosa carrera deportiva las drogas y el alcohol lo noquearon pero regresó rehabilitado y con aspiraciones políticas.

Los amantes del boxeo lo recuerdan como titular de peso ligero, con 82 triunfos y 8 reveses, cinco defensas exitosas y dos inolvidables combates ante el estadounidense Aaron Pryor, quien le impidió coronarse por cuarta ocasión.

Convertido en político a tiempo completo, Argüello, de 56 años, pasa gran parte del día visitando los barrios pobres de su ciudad y se muestra como el candidato capaz de “noquear” problemas como la basura, el transporte público y la educación.

Las encuestas lo ubican con una ligera ventaja (37 por ciento a 35) sobre el candidato liberal opositor Eduardo Montealegre, pero los indecisos tendrán la última palabra su lucha.

De hacer realidad sus aspiraciones, el exboxeador y vicealcalde de la capital nicaragüense, desde el 2005 al 2007, se sumaría a la lista de pugilistas como el mejor libra por libra del mundo, el filipino, Manny Pacquiao y el campeón mundial de peso completo, el ucraniano Vitali Klitschko que cambiaron el ring por la política.