Rodolfo Martín
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Víctor Hugo Alvarado Solís, el joven de 26 años, asesinado antenoche de tres balazos a la entrada del barrio La Guardia, en San Rafael Arriba de Desamparados, iba a pasar por su novia –Laura Campos Madrigal, dos años menor– para llevarla a su casa y pasar una noche tranquila.
“A las 6:10 p.m. me llamó por teléfono para decirme que acababa de salir del trabajo, que me alistara porque ya pasaba por mí”, recordó ayer la muchacha de ojos azules que estaban enrojecidos por el llanto de la noche del viernes, la madrugada y la mañana de ayer.
Alvarado tenía dos años de trabajar para una empresa que instala máquinas tragamonedas y fue impactado mientras hacía un alto en su Nissan Frontier de color gris.
“Esto es un ajuste de cuentas perpetrado por el propio interesado o por sicarios”, expresó ayer Jorge Rojas, jefe del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El sospechoso, al parecer, se bajó de un Honda blanco modelo 1985, según un testigo cuya identidad está bajo secreto.
Aparentemente, se le acercó y le disparó en tres ocasiones a través de su ventana. Luego, supuestamente, abordó un taxi y abandonó la zona.
La víctima contaba con antecedentes policiales, confirmó Rojas. Sin embargo, para su familia y vecinos era un joven ejemplar.
La señorita Campos, se quedó esperándolo en la casa y como no llegaba comenzó a extrañarse. “Supe de su asesinato cuando vi un avance noticioso en la televisión y miré su carro”, expresó.
Sin vida
Omar Chavarría, Policía.
Nosotros recibimos una llamada por medio del 9-1-1, cuando llegamos el hombre ya estaba muerto”.
Jorge Rojas, Director del OIJ.
Este es un caso típico de un ajuste de cuentas. Aun no tenemos sospechosos ni detenidos”.
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