Martes 11 de noviembre de 2008, San José, Costa Rica
Farándula
Derroche de salsa
El Gran Combo complació a todos y los hizo olvidarse de sus penas con un gran bailongo el domingo, en Belén
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    El Gran Combo de Puerto Rico regresó ayer por la mañana a su natal Puerto Rico. Fotos: Alexander Otárola.
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    Trompos. La gente no se detuvo ni un instante. Disfrutaron al máximo la música nacional y la boricua.
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    ¡A gozar! Si alguien disfrutó la fiesta fue Ronald Gutiérrez.
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    Buena salsa. Le inyectaron mucho sabor a la noche.
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    Hijo de tigre. “Pitusa” alabó a su hijo Carlos Gutiérrez, en los timbales. Juntos demostraron que son grandes.

Neyssa Calvo Achoy
ncalvo@aldia.co.cr

Una vez más El Gran Combo de Puerto Rico hizo de las suyas en suelo tico.

Ni una sola persona se pudo resistir al rico son que interpretaron el domingo en la discoteca Rumba, en Belén.

Cuando el reloj marcó las 8:30 p.m. la euforia abrazó a los salseros. Los que no tenían pareja se buscaron una, mientras que otros simplemente se tiraron a pista para mover el esqueleto con “Me liberé”, en la voz de Jerry Rivas.

Los recibió un público caliente, pues ya tenían dos horas de bailar con la música de las orquestas Salsa y Son y La Solución, esta última promotora del pachangón que se realizó en el marco de celebración de sus siete años de carrera.

Al salir a escena las legendarias voces de El Gran Combo, fueron recibidos con aplausos que se triplicaron al ver a Ronald “Pitusa” Gutiérrez, patriarca de La Solución, bailando junto a ellos como si se tratara de su añorada fiesta de 15 años.

Tanto fue su entusiasmo que no tuvo reparos en dejar a un lado el saco, la corbata y sacarse las faldas de la camisa.

El derroche de energía, sabor y salsa fue tal, que los bailarines perdonaron el mal sonido a lo largo de la noche.

Ese detalle impedía entender lo que decía la orquesta.

Uno a uno caían los éxitos sobre la pista. “Vagabundo”, “El menú”, “Arroz con habichuela”, “Brujería” y “No hay cama pa’ tanta gente ”, enloquecieron a la fanaticada.

Los salseros tocaron sin descanso. Solo querían ver como los ticos agitaban sus manos pidiendo más y más música.

Rafael Ithier, director de la orquesta puertorriqueña, fue el único que faltó a la cita.

Él no se recuperó a tiempo de una sinusitis crónica que sufre desde hace varias semanas.

Rivas agradeció las oraciones y señaló que su jefe se recupera.

Pese a no tener a su líder cerca, los artistas dieron todo en el escenario y demostraron que para ellos los años no pasan.

Tocaron 14 piezas más. El zarpe encantó a todos con la canción “Julia”.

A las 10:35 p.m., el escenario apagó las luces y uno a uno se fueron despidiendo las estrellas de El Gran Combo con la idea de volver. La gente llegó con ganas de bailar y lo logró. Salieron descalzos, pero satisfechos.

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  • El Gran Combo. Imágenes: Alexánder Otárola y Allan Andino.

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