Carlos Láscarez S.
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Un juez de casación decidió devolverle, el viernes pasado, la libertad a un joven de apellido Álava, nieto de la embajadora de Ecuador, luego de que sus abogados defensores apelaron los tres meses de prisión preventiva.

El ecuatoriano, de 20 años, fue detenido el 9 de octubre en Miami, EE.UU., por oficiales de la Policía Migratoria (ICE, por sus siglas en inglés), luego de que otra ecuatoriana que laboraba en su casa denunció que su hija menor de edad fue víctima de abuso sexual.

El muchacho fue liberado, tras los cuestionamientos a las declaraciones brindadas por la madre y la menor.

También se determinó que Álava abandonó el país de manera normal, ya que se demostró que no había sido notificado del proceso en su contra.

Ayer a las 5:45 p.m. dejó la Unidad de Admisión de San Sebastián, donde era esperado por su abogado, Henry Vega.

Entre las medidas impuestas contra el ecuatoriano destacaron la fianza de ¢1 millón, el impedimento de salida del país, la entrega de sus tres pasaportes, mantener domicilio fijo y presentarse a firmar al despacho cada 15 días.

Allegados de Álava señalaron días atrás que este era un caso de extorsión, debido a que él es de familia solvente y que el objetivo siempre fue sacarle el dinero.

“Voy a proceder a limpiar el nombre del joven, de la embajadora y de la República de Ecuador. Vamos a demostrar con testigos que todo fue una farsa de la mujer”, comentó anoche Vega.