Mauricio Astorga
Actor@aldia.co.cr

México DF. No a todos les gusta cómo les pusieron sus padres. Pero lo bueno de ser famoso es que si está inconforme con su nombre, puede rebautizarse sin siquiera ir al Registro Civil.

Los “nombres artísticos” definitivamente le salvan la vida a algunas estrellas.

Si no que lo diga Elmer Figueroa, el conocido Chayanne. Tom Mapother no sería tan famoso si no se hubiera cambiado su nombre por Tom Cruise.

Demi Moore ya no se ve tan sexy si se piensa que en realidad se llama Demetria Gene Guynes. El simpático Walter Matthau no se llamaba así. Aunque viendo su apellido, se entiende el cambio: Walter Matuschanskayasky. Nunca nadie se hubiera aprendido su nombre.

Boris Karloff, el actor que tantas películas de terror protagonizó, no hubiera dado tanto miedo con su verdadero nombre, William Henry Pratt.

El inolvidable protagonista de 'La Casa de la Pradera', Michael Landon, se llamaba Eugene Orowitz. El verdadero nombre de la glamorosa Marilyn Monroe, era Norma Jean Baker.

Brad Pitt en realidad es un diminutivo de su verdadero nombre, William Bradley Pitt.

También Jean-Claude Van Damme acortó su nombre para el cine, pues el real es Jean-Claude Camille François Van Varenberg.

Si no está conforme con su nombre, lo puede cambiar por uno acorde con su personalidad ¿Si lo hicieron los famosos, por qué no lo puede hacer usted?