Caracas y Bogotá / EFE. - La tensión entre los gobiernos de EE. UU. y Venezuela se agudizó ayer con la expulsión de Bernardo Álvarez, embajador venezolano ante la Casa Blanca.

Al problema entre Bolivia, Venezuela y Estados Unidos se sumó Honduras, cuyo presidente, Manuel Zelaya, se negó a recibir ayer las cartas credenciales del nuevo embajador estadounidense, Hugo Llorens.

En Nicaragua, el canciller Samuel Santos no descartó la expulsión del embajador gringo.

También el Gobierno estadounidense lanzó una acusación contra un exministro y dos altos funcionarios venezolanos de ayudar a las FARC.

Washington respondió con esas dos medidas a la orden de expulsión del embajador estadounidense en Caracas, Patrick Duddy, dictada el jueves por el presidente venezolano, Hugo Chávez.

El gobernante venezolano apoyó una decisión similar de su colega boliviano, Evo Morales, respecto al embajador de EE. UU. en La Paz, Philip Golberg.

Morales acusó a Goldberg de ser el instigador de una ola de protestas opositoras que provocaron nueve muertos.

En forma paralela, Chávez involucró a Estados Unidos en un complot por el que están detenidos dos militares venezolanos.

Además de expulsar al embajador de Venezuela, Bernardo Álvarez, Estados Unidos acusó ayer a Ramón Emilio Rodríguez Chacín, exministro de Interior y Justicia de ese país; a Hugo Armando Carvajal Barrios, director de la Dirección General de Inteligencia Militar, y a Henry de Jesús Rangel Silva, director de la Policía Secreta Disip, de tener nexos con la guerrilla colombiana.

Los tres fueron incluidos en una “lista negra” de personas envueltas en el tráfico de drogas por su presunto apoyo a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El departamento del Tesoro afirmó, en un comunicado, que los tres hombres “armaron, ayudaron y financiaron a las FARC, incluso mientras aterrorizaban y secuestraban a inocentes”.

El día anterior Washington había ordenado la expulsión del embajador boliviano, Gustavo Guzmán, en represalia por la medida tomada por el Gobierno de Evo Morales contra Goldberg.