Yensy Aguilar Arroyo
yaguilar@aldia.co.cr

Hacer una lista de sus gastos mensuales, involucrar a la familia a fin de que todos sepan para qué hay plata y para qué no, así como destinar, al menos, un 10 por ciento de los ingresos al ahorro, le evitarían incurrir en deudas.

Warner Eduarte, administrador de empresas y psicólogo del Centro para la Investigación de la Persona, explica que en muchos casos la gente no controla sus entradas y salidas, y ni siquiera sabe en qué gasta el dinero.

“Hay que invertir tiempo para ordenarse económicamente, eso es desarrollar hábitos financieros. Sentarse un día y hacer una lista de todos los gastos realizados”, afirmó.

Eduarte agregó que es un trabajo en el que toda la familia tiene participación.

Los hijos deben entender si hay dinero o no y el porqué.

Ahorrar un porcentaje de los ingresos le servirá para cubrir gastos imprevistos. “Muchas veces, la gente se endeuda porque debe resolver algunas emergencias. Si ahorrara, se evitaría la deuda”, explicó.

Por su parte, Javier Angulo, asesor en finanzas y autor del manual ¿Cómo administrar con éxito nuestras finanzas?, recomienda enumerar los gastos mensuales del hogar, como pago de alquiler, seguros, impuestos municipales, alimentos, deudas, ropa y alimento.

También aconseja tener presente los ingresos disponibles mensuales; es decir, lo que queda después de aplicar al salario los rebajos del seguro social y los regímenes de pensión.

Haga una comparación de los ingresos con los gastos, dice Angulo. Si los ingresos son mayores a los gastos, necesita un plan inteligente para que con sus ingresos cubra todos los gastos, ahorre y no se endeude.

¿Y si hay deudas?

Cuando la causa de la crisis son las deudas, debe aceptar que existe el problema. “La mayoría de las personas no hacen la diferencia al decir ‘ estoy en una crisis y me metí en una crisis’. Y es que muchos buscan sus propios problemas pero no los aceptan; le echan la culpa a los aumentos en la gasolina, al Gobierno, y no son realistas”, explica Warner Eduarte.

Eduarte afirma que en caso de estar endeudados, la prioridad deben ser los créditos por los cuales usted pague más intereses, e ir cancelándolos poco a poco.

“La gente se endeuda porque se compromete a pagar algo que no puede”, señala el experto.

Angulo aconseja hacer solo gastos necesarios. Un ejemplo de ello es hacer las cosas que antes se pagaban a hacer, como cortar el zacate, lavar el carro, limpiar las canoas.

Es importante dejar de hacer compras con tarjetas de crédito. Si las deudas se produjeron por el mal uso del “dinero plástico”, lo mejor es cancelarlas.

Evite los lujos y excesos. Considere ahorrar, aunque tenga deudas. Si creemos que la cantidad a ahorrar es pequeña, con el tiempo nos daremos cuenta de que será de mucha utilidad. Si es fiador, solicite los estados de cuenta mensualmente, para verificar que el deudor está al día.

De interés

Según Javier Angulo, necesidades son las compras básicas como alimento, ropa, hogar y seguros médicos.

Los gustos tienen que ver con la calidad de bienes a usar, por ejemplo el tipo de ropa, zapatos y comida.

Los deseos son aquellas cosas que solo debemos comprar cuando tenemos el dinero para hacerlo.

Los créditos de vivienda y consumo son los principales y ocupan los primeros lugares.

Las tarjetas de crédito vigentes generan una gran cantidad de dinero en deudas. Al mes de julio estas ascendían a ¢135 mil millones.

Es importante diferenciar entre una deuda y una inversión, no piense que todas las personas que han pedido un préstamo para adquirir una vivienda se endeudan.

Si está endeudado, busque ayuda para salir de su problema.

Luis hizo compra de saldos

Hace cinco años, Luis Fernando Amador, pensionado de 53 años, se vio en la necesidad de hacer una compra de saldos para liberarse de una tarjeta de crédito.

“Ya tenía una tarjeta, pero cada vez quieres tener más y, sin pensarlo, adquirí una segunda”, manifestó. Agregó que en un momento acumuló una deuda grande y como no tenía forma de cancelarla de contado, recurrió a la compra de saldos con una entidad estatal, la cual le ofrecía bajos intereses.

“Ahora, solo tengo una tarjeta y es para utilizarla en casos de emergencia porque después de que hice la compra de saldos me di cuenta de que la tarjeta que tenía me cobraba intereses muy altos”, dijo.

Además, tiene un crédito hipotecario pero no se arrepiente; considera que es una buena inversión. “La gente debe analizar qué tipo de gastos son necesarios, porque luego no pueden salir de las deudas”, afirmó.