AFP.- El choque frontal de dos trenes ocurrido el viernes cerca de Los Ángeles y que dejó un saldo de 24 muertos y 135 heridos, se debió a que uno de los conductores no respetó un semáforo en rojo.

El tren Ventura County Line de la firma Metrolink, con 222 pasajeros a bordo, chocó de frente contra uno de carga de la Union Pacific. Denise Tyrell, portavoz de Metrolink, dijo que el conductor del tren no hizo caso de un semáforo y tomó una vía por la que venía de frente el tren de carga.

“Tenemos que reconocer que fue el técnico de Metrolink quien cometió el error que provocó el accidente. Lo sentimos profundamente, es una situación sin precedentes”, declaró Tyrell con lágrimas en los ojos durante una conferencia de prensa.

Sin embargo, determinar oficialmente las responsabilidades del siniestro es una tarea que recaerá en la oficina estadounidense de seguridad del transporte (NTSB), la cual ya tomó las riendas de la investigación.

El último cuerpo fue retirado de un amasijo de chapas la tarde de este sábado, cerca de 24 horas después del choque, ocurrido en Chatsworth, 50 km al noroeste de Los Ángeles, California.

De los 135 heridos, 87 están hospitalizados, y de esos, 47 presentan una condición crítica. El balance de muertos, por lo tanto, aún no es definitivo.

Un portavoz de NTSB anunció que ya recuperaron los registros de datos de ambos trenes, similares a las cajas negras de los aviones, así como una cinta de video.

El choque provocó el descarrilamiento de un vagón del tren de Metrolink y de siete vagones del aparato de carga de Union Pacific, así como de una locomotora.

Ambos trenes circulaban a unos 60 km/h en el momento de la colisión, que empujó la máquina del ferrocarril de pasajeros varios metros, como un telescopio, dentro del primer vagón.