Julio Bustos
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Cuando inició el torneo de la Liga de Campeones de Concacaf, nadie se imaginaba que se iban a dar algunas sorpresas.
Y esto se fundamenta en que los “grupos” se dieron para que los equipos que tuvieran trayectoria futbolística, y los que vivieran hoy en “escala” superior a nivel de la región, fueran los favoritos para seguir con vida.
Bueno, eso es la teoría, porque Alajuela nos muestra las sorpresas que se dan con el arranque del torneo, empata en el Alejandro Morera Soto ante un “Islanders de Puerto Rico”, y la verdad, los manudos fueron sorprendidos.
Y lo de siempre: ah, es que tuvimos que “eliminarlos” por todas las “opciones” que tuvimos, que a ellos los “acompañó la suerte”, etc, pero a decir verdad, el cuadro puertorriqueño mostró un esquema bien ordenado dentro de sus “limitaciones” en el Morera Soto.
Pero la sorpresa de los manudos en Puerto Rico fue que utilizaron un sistema que con el profesor Marcelo Herrera nunca habían practicado, jugar con tres defensores y no con cuatro, como lo hizo en los partidos anteriores.
Y lo más importante, Argenis Fernández es fundamental en el esquema ofensivo y mientras estuvo en el terreno de juego, Alajuela confirmaba su “favoritismo” en el juego y en resultado.
Ante la salida de Fernández, viene otra sorpresa, normal en nuestro medio: el equipo manudo se “echa” atrás y le da la iniciativa a su rival, y empiezan los problemas. Al principio qué dicha que los jugadores del Islanders fallan “goles muertos”.
Pero la máxima que existe en el fútbol: equipo que llega a defenderse, pierde en los minutos finales, eso sucedió. El Islanders fue quien mandó en la segunda parte.
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