Mauricio Astorga
Actor

México DF. Un reconocido orador inició su seminario sosteniendo un billete de ¢10 mil y preguntó a su auditorio: –¿Alguien quiere este billete?

Muchos levantaron la mano. (yo también lo hubiera hecho).

Entonces les dijo: – Alguno de ustedes recibirá este billete, pero antes voy a hacer algo.

Tomó el billete y lo arrugó con su mano, luego volvió a preguntar si alguien todavía lo quería.

Las manos del auditorio se mantenían arriba (¿usted la hubiera bajado?).

– Bien –dijo el orador –¿y si hago esto?

Tiró el billete al suelo y empezó a bailar sobre él. Después lo recogió sucio y maltrecho del suelo y volvió a preguntar si todavía lo querían.

Las manos continuaban arriba (¡no me diga que usted ya la hubiera bajado!)

–Amigos míos –comentó el orador –han aprendido una valiosa lección: No importa lo que le hice al billete, ustedes todavía lo quieren, porque su valor no ha disminuido, pues todavía vale lo mismo.

Muchas veces somos derribados, maltratados, mordemos el polvo debido a las decisiones que tomamos y a las circunstancias que encontramos en nuestro camino, entonces, nos sentimos como si ya no valiéramos nada. Aprovecho estas líneas para felicitar a mi querida Puntarenas y a todos sus habitantes, al celebrar 150 años de fundación. ¡Es una quinceañera todavía! ¡Apenas 15 décadas!