Juan Diego Villarreal
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Las drogas y el alcohol no son buenas combinaciones en el mundo del deporte.
No obstante, en los escenarios de la lucha libre profesional de la WWF de los Estados Unidos, mezcla de acrobacias, mímicas y teatro, parece ser algo cotidiano.
Varias de las máximas estrellas de los años 80 y 90, han pagado con su vida estas práctica que desencadenaron en muertes prematuras, suicidios y asesinatos, de los cuales solo quedan tristes historias.
La lista de fallecidos por fallos cardiacos, sobredosis de drogas y episodios que mezclan ambas causas no deja de sorprender.
No es secreto que la mayoría consumía anabolizantes (como reconoció Hulk Hogan, hoy una estrella nacional con un show televisivo) y muchos no supieron asumir que las luces se habían apagado. Parece evidente que tan alta mortalidad entre aquellas estrellas esconde que algo terrible ocurría tras los bambalinas de la afamada WWF.Ejemplos sobran de héroes caídos, quienes atormentados por sus propios demonios sucumbieron a las tentaciones, hasta llevarlos al límite de su capacidad.Aquellos que no fueron víctimas de las drogas, simplemente su vida fue muy corta.
Las peligrosas combinaciones terminaron en problemas cardiacos antes de los 40 años como los casos de André “El Gigante”, “El Poli Loco” y el peleador de sumo “Yokozuna”.
Una de las últimas tragedias fue la del canadiense Chris Benoit, luchador profesional de 40 años quien apareció muerto el pasado 25 de junio del 2007, junto a su mujer Nancy (43 años) y su hijo de 7 años en Fayetteville (Georgia).
El uso de esteroides anabolizantes habían dañado tanto su cerebro que a pesar de su edad, Benoit, aparentaba tener el cerebro de una persona de 85 años con mal de Alzheimer.
Ídolos de barro
Bam Bam Bigelow. En un accidente se quemó el 40% de su cuerpo.Se mató al mezclar cocaína y benzodia-zepina.
Chris Benoit. Estranguló a su esposa y ahogó a su hijo de siete años, antes de ahorcarse en un cuarto de pesas en su casa.
British Bulldog. Con un físico impresionante abusó de los anabolizantes y falleció a los 40 años de un fallo cardíaco.
El Último Guerrero. Jim Hellwig vive y da charlas polémicas: “el mundo estaría muerto si todos fueran homosexuales”.
Yokozuna. Luchador de sumo que murió a los 34 años, de un falló al corazón, por abuso de las drogas en su organismo.
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