Ronny Rojas
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Dos sujetos encapuchados encañonaron y amenazaron de muerte la noche del pasado martes a un testigo de la CCSS para que no declare en el juicio Caja-Fischel.

Se trata de un contador cuyo testimonio se valorará para establecer los eventuales daños y perjuicios causados a la CCSS por este caso de presunta corrupción.

El incidente ocurrió en Hatillo, alrededor de las 9 p.m., cuando el afectado llegó a la casa de sus padres. Nadie resultó herido.

La amenaza fue denunciada ayer ante el tribunal por el abogado de la CCSS, William Rodríguez Alvarado, quien narró que los sujetos le robaron al funcionario dos computadoras portátiles.

Inicialmente, el afectado pensó que se trataba de un bajonazo. “Le apuntaron y le dijeron que no se meta y no declare en el caso finlandés”, contó Rodríguez.

Al ver lo que sucedía, el padre del funcionario le quitó las computadoras y se las entregó a los atacantes, quienes huyeron del sitio, relató el abogado de la CCSS.

Según Rodríguez, el contador le informó que los encapuchados tenían acento costarricense.

El testigo rendirá su declaración ante los jueces mañana.

“Esto es lamentable, solo falta que asalten a los miembros del tribunal”, expresó Rodríguez.

La CCSS denunció el ataque y solicitó custodia a la oficina de protección de testigos del Ministerio Público.

Además de esa amenaza, la noche del martes anterior se registró un robo en la vivienda de José Pablo Alvarado, uno de los fiscales a cargo del caso Caja-Fischel.

Este no se encontraba en su casa en el momento del atraco, pero le robaron una “laptop”, un reloj de pulsera y una cámara fotográfica digital. Tenían el televisor listo en la entrada de la puerta, pero no les dio tiempo de cargarlo, pues los vecinos alertaron a la Policía.

Los ladrones huyeron en un Suzuki Grand Vitara blanco, dijo Fernando Rodríguez, jefe policial de Coronado.

Alvarado evitó comentar sobre el asunto, pero insistió en que el robo a su casa no está relacionado con el caso Caja-Fischel. También condenó la amenaza contra Peñaranda, y dijo que debe investigarse.

Testimonio genera tensión

Tras la sorpresiva declaración que dio la semana pasada Walter Reiche, expresidente de Corporación Fischel, se han presentado una serie de denuncias e incidentes, incluida una presunta amenaza de muerte contra Reiche.

El procurador Ronald Víquez lamentó estos hechos y reconoció que la tensión en el juicio aumentó tras el testimonio de Reiche.

“Algo malo está pasando, algo irregular. Hay un ambiente pesadísimo. Se han dado situaciones irregulares, que uno creía eran solo coincidencias”, dijo Víquez.

El Tribunal que ve el caso Caja-Fischel rechazó ayer una petición de la defensa de Eliseo Vargas para recibir el testimonio de una mujer que hablaría sobre un supuesto arreglo entre Walter Reiche y el Ministerio Público.

La testigo, de apellido Gómez, fue ofrecida por José Miguel Villalobos, abogado de Vargas.

Según Villalobos, la mujer habría escuchado al abogado de Reiche, Francisco Campos, manifestar en una vela, la semana pasada, que tenía un acuerdo con la Fiscalía para beneficiar a su cliente.

Campos reaccionó, acusó a Villalobos de ofrecer falsos testigos y negó que haya negociado con la Fiscalía. “Cuando las ideas no son suficientes, se recurre al juego sucio, a la mentira y al engaño”, dijo Campos. La Fiscalía también negó categóricamente que haya negociado con Reiche. Los jueces rechazaron la petición de Villalobos por improcedente, pues no se relaciona con la acusación del caso.