Isaac Lobo
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El fenómeno de Susan Boyle no es nuevo, ya muchos habían retratado la imagen del poco agraciado que llega a brillar como una estrella: “El patito feo” y “Cenicienta” en los cuentos. Más recientemente el caso de Paul Potts, un sencillo vendedor de celulares que se hizo popular en todo el mundo gracias a su victoria en el 2007, en el concurso de la televisión inglesa “Britain’s Got Talent”.

Precisamente Boyle apareció en este “reality show” y la gente se vuelve a emocionar.

“A mi me gusta pensar que todo es sorpresa, pero en ‘tele’ no es así, todo estaba orquestado. Antes de que ella cantara, el público y los jueces parecían expresar escepticismo sobre su apariencia, torpeza y edad”, explicó Manuel Granda, productor televisivo.

Su voz fue tan destacada que recibió de inmediato la ovación de la audiencia.

“El manejo de cámaras es increíble para producir sentimientos, los ingleses nos llevan 100 años luz. Buscaron como sorprendernos y hacer que la gente hasta llorara”, añade Granda.

A partir de este momento la señora de 47 años se convirtió en un fenómeno mediático. Los expertos no ponen en duda su talento, pero argumentan que el asunto va más allá.

“Ella es un éxito mundial porque logró sorprender. Una mujer fea, con pinta de ama de casa y quien cantó como una estrella mundial”, manifestó el productor José Mairena.

“Casos como el de Susan son únicos, pues estuvo en el momento, en el lugar y con las personas adecuadas”, aseguró Gerardo Muñoz, representante de María José Castillo.

De igual forma piensa el cantante y compositor Álvaro Esquivel. “Simon Cowell, el jurado y productor del espacio, es un geniecillo que busca de algún modo lanzar al estrellato a una persona común y corriente, para luego tenerla en su casa disquera y grabarle un álbum, porque evidentemente le hará uno y la gente los agotará en las tiendas de discos”, piensa.

Para Esquivel el mundo está necesitado de héroes. “Vivimos

un momento en el que se necesita esperanza, más por la crisis de la que nos hablan los medios todos los días”, añadió.

Granda, sabe muy bien que a partir de ahora el rating de “Britain’s Got Talent” crecerá.

“Susan fue un pellizco a la gente, pues la fórmulas en la ‘tele’ se agotan. Ese programa no sólo se basó en una campaña de mercadeo para atraer televidentes, sino que se asesoró con expertos que estudian el comportamiento de la sociedad y lo pusieron en práctica”, dijo Esquivel.

Pero, ¿Podrá Susan convertirse en una estrella mundial?

“Ya lo es, pues tiene toda la atención que necesita. Además hay un montón de cantantes que son feos y talentosos que pegan, Costa Rica es un ejemplo”, asegura Mairena.

“En la vida real, en el ambiente artístico no sólo se necesita talento para vender discos, sino que la imagen del artista sea bonita”, sentencia Muñoz.

Alfredo “Chino” Moreno sabe cuál es el “kit” para que Susan pegue. “El secreto del éxito en la música es tener una buena canción, si a ella le hacen un disco con ‘covers’, es posible que pegue, o uno original que suene bien”.

Curioso

Susan Boyle nació el 15 de junio de 1961. Es una cantante amateur escocesa.

Se dio el 11 de abril de 2009 en la tercera temporada de “Britain’s Got Talent”.

Boyle se dedica a labores de voluntariado en su barrio (es desempleada), admitió que nunca ha sido besada y que es virgen.

Una empresa de filmes para adultos le ofreció ¢560 millones por perder la virginidad frente a las cámaras.

Fue invitada al programa de Larry King, donde interpretó el tema de “Titanic”, “My Heart Will Go On”. Hay quienes dicen que le está ganando en popularidad a Barack Obama.

Su video en YouTube ha sido visto unas 100 millones de veces.