Franklin Arroyo González
farroyo@aldia.co.cr
Quepos y Parrita. “Tuvimos que dormir y bañarnos sobre una mesa, porque en la casa andaban sapos y culebras, mientras que los niños estaban en albergues”, recuerda Jorleny Pérez, afectada por el paso de la tormenta tropical Alma, que en mayo pasado dejó destrucción y desolación en Paquita de Quepos, Aguirre.
Jorge Cascante, de 67 años, no la pasó mejor. Se salvó de milagro. “Estaba limpiando la casa de la primera llena cuando me enteré que venía otra. El agua me llegaba al pescuezo y vi mis dos televisores pasar flotando. Pasé la noche con un vecino, pero también se le metió el agua hasta las rodillas”, recordó Cascante, de Paquita, el sitio más vulnerable en Aguirre.
Jarelyz Pérez, de Pueblo Nuevo de Parrita, salió huyendo de su casa con su hija de ocho meses en brazos y pasó hambre dos noches y tres días en albergues.
“Alma se llevó nuestros muebles, la ropa, los libros, las cosas de la bebé… No tenemos comodidad, estos sillones son prestados”, dice Jarelyz.
A unos días del inicio de la temporada lluviosa, el recuerdo de Alma se torna imborrable y afligue a los afectados.
Hay obras
Para las autoridades la reacción institucional fue buena y la recuperación de Parrita y Quepos casi es total.
“No se puede quedar bien con todo el mundo. Recuperamos caminos y puentes. Pero he fallado en el dique. No se pudo hacer, aunque la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) tiene el presupuesto aprobado. Tampoco hemos podido levantar el puente Guabo”, reconoció Óscar Monge, alcalde de Aguirre.
Gerardo Acuña, alcalde de Parrita, en cambio, comenta estar mejor preparado para el futuro. La construcción del dique, la recuperación de ocho puentes y la construcción de 11 nuevos, lo hacen ver con optimismo la estación lluviosa que se aproxima.
“Tuvimos caminos destruidos, como Playón - Vasconia que quedó cortado. Se construyó el dique con apoyo de la CNE. Sitradique no se inundó, con la tormenta Lisa” , dijo Acuña.
Rechazan traslado
Calles y puentes lucen bien. Aquellos afectados están lejos de la Costanera. A la gran mayoría de personas se les llena de barro las casas y pierden comida, ropa y electrodomésticos, pero no las viviendas, dicen los alcaldes.
En Paquita, la Municipalidad ha ofrecido reubicar a las familias dos kilómetros afuera, para que no se inunden las casas, pero según el alcalde de Aguirre, los vecinos rechazan el traslado.
“Allí habrá problemas este año. Se inundará porque el dique no fue construido y no creo que la comisión lo haga durante el invierno”, proyecta Monge.
Para los vecinos, la solución es la construcción del dique, como lo dice Ángel Picado, lugareño.
En Parrita sí se hizo dique, aunque los vecinos no confían mucho en esta obra. “Es una bomba de tiempo”, dijo Yokatherine Fallas. “Hay algunas partes que no se construyeron”, añadió.
La CNE programó un simulacro de inundaciones la semana pasada, para evaluar la capacidad de respuesta de las entidades.
“Andan gastando plata y a la hora de la verdad, nunca están. ¿Para qué hacen eso? se pregunta Acuña, que se negó a participar.
Sandra Saborío, oficial de Enlace de la CNE, asegura que se contará con el Comando Sur, del Ejército de Estados Unidos, en caso de un fenómeno natural real.
“Este ejercicio es para que conozcan el terreno mejor. Han estado en otras emergencias y la respuesta es buena”.
Viejo
Así lucía el puente viejo de Parrita durante la tormenta. Ahora se construyó uno nuevo. Municipaldad de Parrita.
Hasta la coronilla
Sitradique en Parrita es de las comunidades más vulnerables. El dique la protegerá dice el Alcalde. Vecinos no creen.
Lodazal
Así quedaron las casas después del paso de Alma. Los vecinos deben limpiar. Pierden colchones y electrodomésticos.
La familia de Jairo Carballo y Cristina Chinchilla teme que la próxima estación lluviosa sea similar a la tormenta tropical Alma.
“No confío mucho en el dique. Eso va a formar como un embudo que perjudicará a Pueblo Nuevo. Será una bomba de tiempo”, expresó Carballo.
Estos vecinos de Pueblo Nuevo, perdieron muebles, ropa, sillones y temen la llegada de tormentas, fuertes aguaceros y todo aquel fenómeno que haga crecer el río Paquita. “Contra la naturaleza no hay nada que hacer, pero lo que preocupa es que el dique quedó incompleto, hay lugares donde no lo terminaron y por allí se va a salir el río”, explicó Carballo. A ellos sí les llegó la ayuda de la Comisión Nacional de Emergencia.
Cuando a Yoketherine Fallas la sorprendieron las lluvias en Pueblo Nuevo de Parrita, no tuvo tiempo de nada.
Solo tomó a sus tres hijos y los puso en dos pilas que tienen en el pequeño patio de la casa.
Así pasaron día y medio. Solo la madre se metía a la casa, con el agua hasta las rodillas, a preparar alimentos en una cocina de gas .
“Pedimos ayuda a la Municipalidad y a la Cruz Roja, pero nadie vino a rescatarnos. Salvaron a la gente de atrás, pero aquí no. Nadie ayudó. Comimos lo que yo cociné y lo que trajo mi hermana cuando pudo venir. No nos rescataron, tuvimos que esperar a que bajara el agua para limpiar la casa. No sé por qué ayudan a unos. Dormir una noche allí, sólo los campeones lo hacen. Aquí hay argollas”.
“Esa noche fue horrible. Mi hija Keitlyn Carballo tenía ocho meses y debí salir corriendo. Perdimos todo. Salí con el agua hasta la cintura con ella. Mi esposo se quedó porque aquí hay mucho ladrón”, comentó Jarelyz Pérez, de Pueblo Nuevo, Parrita. Su rescate se llevó a cabo con maquinaria pesada, pero no supo de quién era. “Mi suegra se montó como pudo en la pala y yo adentro para que la bebé no se mojara. Llevamos cobijas, pero no teníamos nada, ni luz, ni agua. Pasamos hambre”.
Jorge Cascante de Paquita, dijo que no han recibido soluciones de ninguna de las entidades de gobierno o municipales.
“La Municipalidad cobra impuestos todavía, en un lugar que está declarado como zona de riesgo”.
“También escuché que por el lado de Naranjito (distrito de Aguirre), hay unas viviendas, pero no le dan a personas mayores y solas como yo (tiene 67 años). “Es como que a uno le digan que no tiene derecho a vivir. Debería ser lo contrario”.
El país experimentó los efectos de Alma del 26 al 30 de mayo anterior, siendo el 29 el día de mayor devastación. Parrita y Quepos fueron las zonas más afectadas y hubo destrozos en Pérez Zeledón.
Su paso dejó 54 derrumbes en carreteras, 300 comunidades afectadas, casi 6 mil damnificados, 55 mil personas perjudicadas indirectamente y cuantiosos daños de infraestructura.
Al menos 100 puentes colapsaron, veinte en esos dos cantones, donde aún hay tres sin recuperar: Guabo en Quepos, Playón San Isidro Subres y Las Vegas en Parrita.
© 2009. Periódico Al Día. El contenido de aldia.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr.