Erick Carvajal M.
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El peligro de que Ricardo Alem, investigado por tráfico internacional de drogas, se pueda fugar, pesó en la decisión que tomó el juez Gustavo Jiménez de revocar antenoche la libertad bajo fianza.

Para el juez Jiménez, Alem tiene conexiones internacionales que presuntamente le facilitarían el refugio en otro país.

Además, dentro de los documentos que le decomisaron el 9 de agosto del año pasado, las autoridades hallaron un pasaporte y una licencia de conducir costarricenses que tenía la foto de Alem, pero, en ambos, aparecía con otro nombre.

Otro de los puntos en los que basó la decisión el juez Jiménez fue en la reiteración delictiva del acusado.

El Ministerio Público presentó unos dictámenes psicológicos y psiquiátricos realizados a Alem en el 2006, donde los expertos señalaron que el imputado es proclive a delitos de esta naturaleza.

Marta Iris Muñoz, directora de la Defensa Pública, manifestó que la medida tomada por el juez ayuda a que el proceso se lleve a cabo más rápido.

“Tienen que presentar la acusación a mediados de mayo. Eso es bueno porque en ocho meses no habían presentado nada nuevo al expediente”, dijo Muñoz.

Alem fue puesto en libertad condicional el pasado 14 de abril, después de que puso a responder una propiedad suya por una fianza de ¢100 millones.

Arraigo familiar y laboral

El juez Andrés Hernández, quien le concedió la libertad condicional, bajo la fianza de ¢100 millones, consideró que ese monto era suficiente tomando en cuenta el valor que tenía la droga decomisada (135 kilos de cocaína) en el mercado.

Hernández valoró en primera instancia el arraigo laboral y familiar de Alem, y lo justificó en que tiene un negocio.

En la resolución, el juez Hernández establece que la investigación está sustentada en que existen conversaciones telefónicas grabadas donde se menciona a Alem y seguimientos policiales que se hicieron a la bodega donde se incautó la cocaína.